Camilleri

escultura de Andrea Camilleri en Punta Secca, Ragusa, Sicilia.

Cuando escribí mi anterior post, dudé si sería el último.

Decidí posponer la decisión al final del verano.

Entre trabajo, familia y proyectos, es necesario priorizar y encontrar el punto exacto de equilibrio entre tantas variables.

No es falta de tiempo. Yo siempre presumo, tal vez ingenuamente, de que tengo tiempo para todo, porque así entiendo la vida, como una permanente oportunidad.

Sin embargo, a veces se hace imprescindible un giro, un cambio de carril, o de destino.

Hoy he leído con pesar, que ha fallecido Andrea Camilleri, mi escritor favorito, hasta tal punto que, como explico en el apartado ¿Montalleri? del blog…

Carlos es mi nombre real y Montalleri mi apodo.

No es casual, como nada lo es en esta vida.

Uno de mis escritores favoritos es el italiano Andrea Camilleri.

Y uno de sus personajes más destacados es el comisario Salvo Montalbano.

Obvio que me apasionan las novelas de Camilleri y la saga completa de Montalbano.

Como humilde homenaje, si unís MONTAlbano con CamiLLERI os sale MONTALLERI.

Así de sencillo.

Y hoy he comprendido que este blog debe llegar a su final. Tal vez, la noticia del fallecimiento de Camilleri, me ha dado un empujón en esa dirección.

Por eso y aunque dudaba si volver o no allá por septiembre, hoy he decidido poner punto y final a esta aventura. Sin tristezas, sin dramatismos, al contrario, con una enorme sonrisa.

Lo hago feliz, por la experiencia que me ha supuesto a nivel personal,  compartida post tras post con vosotr@s, mis lectores. Feliz por lo que he aprendido en este maravilloso intercambio de ideas, de palabras, de reflexiones.

Os agradezco vuestra compañía y ánimo y por supuesto, vuestra paciencia.  Montalleri termina, pero Carlos no.

Quién sabe, tal vez en un futuro volvamos a coincidir por estos mundos…
Un abrazo sincero

Escena final

La maleta no cierra bien. Lógico he metido tantas cosas. A ver, toca revisión: alegrías todas, penas solo las relevantes, sonrisas y lágrimas equitativamente repartidas. Sentimientos casi todos, solo he dejado fuera algunos que no me gustaron. Con las emociones pasa lo mismo. Los buenos y malos recuerdos bien ordenados. Y poco más.

Perfecto, ahora la maleta cierra.

Fuera me espera puntualmente un coche, del que se baja una mujer que me ayuda a meter la maleta.

–Su cara me suena mucho -le pregunto-

Ella sonríe pícaramente.

-Bueno Carlos, sé muchas cosas de usted.

–En ese caso podemos tutearnos, si te parece bien.

–Perfecto -me contesta-

De repente me mira y rompe a reír …

-¿De qué te ríes? -Le pregunto sorprendido-

–De lo que estás pensando Carlos.

–Pero, ¿Cómo puedes saberlo?, ¿Tanto me conoces?

-Jajaja soy tu imaginación.

-Pero eso es jugar con ventaja

–Más bien digamos que compartimos muchas cosas.

Nos ponemos el cinturón de seguridad.

-¿Tú dirás dónde vamos? -me pregunta-

Y pensativo, le contesto…

-No. Dímelo tú, que para eso eres mi imaginación.

Mi amiga Irma

Imagen: Montalleri

En la terapia de relajación nos preguntaron sobre los momentos duros, vividos recientemente y en los que pensáramos de una manera recurrente.

Cuando me tocó el turno, expliqué que no me quitaba de la cabeza, la tragedia de Irma. Entonces saqué mi cajita y la abrí para que pudieran contemplar lo que sucedía.

-Vivimos ajenos a las tragedias que nos rodean, -les expliqué-, porque las arañas tienen ocho patas e Irma solo tiene siete. -¿No es suficiente tragedia? –pregunté-. 

Solo Paquito, Mendo y la Pelos me aplaudieron. Los demás me miraron incrédulos, incluso Martita se asustó.

Entonces don Nicanor, que es el terapeuta, me cogió la cajita, abrió la ventana y tiró fuera a Irma, diciendo que éste no era sitio para arañas…

Y claro en buena lógica, yo le empujé a él por la misma ventana.

Ahora a don Nicanor también le falta una pata y seguro que ya comprende mejor a Irma.

Elemental …

-Pase, pase Wilson, ¿qué tal ha ido todo?

-Pues no sabría cómo definirlo inspector…

El sargento Wilson acudió al lugar del crimen, encontrando una escena absolutamente dantesca. Ni él, ni sus dos acompañantes, ni el equipo forense, esperaban  encontrar una situación así. Wilson tenía que preparar el informe preliminar, pero antes necesitaba hablar con el inspector O´Cloughy

-Vamos Wilson, que ya son muchos años, usted es un experto, seguro que tiene ya una idea de cómo sucedió todo. Siéntese y cuénteme

Wilson, resopló y comenzó a sudar de puro nerviosismo…

-No va a ser sencillo inspector: en el dormitorio principal yace sobre la cama la abuela. Tiene heridas por todo el cuerpo, algunas son mortales de necesidad, producidas sin duda por un animal. La señora mantiene apoyada en su mano derecha una Magnum automática… Al fondo una joven con un gorro y un abrigo rojos. Tiene en su brazo izquierdo una aguja clavada, que aún contiene un líquido pendiente de analizar. Parece una muerte por sobredosis…  Al pie de la cama, el cuerpo de un lobo, abierto en canal y a su alrededor entre las tripas, se distinguen bolsas con droga… Y cerca de la ventana el cuerpo de un hombre, parece un leñador, tiene cerca de su brazo un hacha. Presenta un balazo certero en medio de la frente con orificio de salida. Muerte en el acto.

-¿Alguna conjetura Wilson?

-No señor, me veo incapacitado para intuir lo sucedido, es complejo

-¿Complejo? Por Dios, pero si está clarísimo… A ver, todo parece indicar que el lobo atacó a la abuela, probablemente porque explotó alguna de las bolsas de droga que llevaba en el estómago y se volvió «loco», a continuación el leñador salió en defensa de la mujer y mató al lobo abriéndolo en canal con su hacha, pero la abuela instantes antes de palmar, presa de los nervios apretó el gatillo de su Magnum con tan mala suerte que acertó de pleno en la cabeza del leñador que estaba destripando al lobo y por último, la joven de rojo, se encontró la escena y presa de la confusión y del disgusto por la muerte de la abuela y viendo que había bolsas con droga alrededor del cuerpo del lobo, decidió meterse un chute que resultó excesivo, ya que la droga estaba seguramente adulterada y palmó. Me queda la duda del motivo por el cual el lobo llevaba la droga en su interior. Se lo comentaremos a narcóticos.

Wilson le miró sorprendido de tan extraña versión…

-¿Qué le parece? -preguntó O´Cloughy- Venga prepare el informe…

-Verá inspector a mi me parece extraño que…

-Wilson, no me toque los huevos, ¡¡a trabajar!!

Farola

Imagen: Montalleri

No es que una farola sea un lugar especialmente romántico, pero todas las tardes, hay parejitas que se suben a lo más alto para hacerse arrumacos.

Las veo desde la ventana de mi cuarto alquilado.

Antes de quedarme en paro y de separarme, cenaba opíparamente.  Siempre he sido un poco tragón.

Desde hace unos meses, ceno paloma dos veces a la semana, la carne es dura, pero doña Herminia las cocina en pepitoria y quedan bastante sabrosas.

A veces me tiembla el pulso, pero espero que hoy se me dé bien con la escopeta de perdigones.

Interpretación

James Dixon se llamaba en realidad Benjamin Custer Whitehorse.

Cuando comenzó su carrera de actor, se cambió el nombre por uno más sencillo de recordar por el público.

Después de pasar sin pena ni gloria por películas de serie B, le había llegado la oportunidad de un papel que, pese a ser secundario o de reparto, era básico en la trama del film y en el que sin duda, podría lucirse.

El director era Jacob Wilson, un veterano curtido en mil batallas, nominado dos veces al Oscar. Un hombre de casta y con fama de huraño, pero también un reputado director.

El actor principal era nada menos que Elton Radcliffe, ganador de dos Oscar.

A mitad de película, compartía con él, las escenas más intrigantes y decisivas para el desarrollo de la trama.

Sin embargo, la toma en el bar de carretera estaba siendo complicada. Era una escena fuerte, con violencia verbal, se precisaba firmeza y James no terminaba de cogerle el punto.

Hicieron diez tomas, pero Mr.Wilson no estaba convencido con la aptitud de James.

-Joder Dixon, necesito un cabronazo para esta escena, no me vale esa mueca que pones, ni que grites. Te lo he repetido mil veces, no necesito que grites, sino que hables con dureza extrema, coño que les estas amenazando. Que se acojonen de verdad. Tienes que estar creíble.

Mientras tanto, Elton Radcliffe comenzaba a estar cansado de repetir la escena y se permitió criticar a James.

-A ver chico, ¿tu has visto a Clint Eastwood alguna vez? Clint Eastwood no hace de malo, sino de “hijodelagranputa”. ¿comprendes la diferencia? Así que aplícate joder, que llevamos dos horas para la escenita.

James Dixon, afectado por las palabras recibidas, que además se dijeron delante de todo el equipo, se comprometió a poner  su máximo empeño.

Tras unos minutos de descanso, de nuevo la claqueta anunció el inicio de la grabación: “El ángel de Tampa”, escena 28, toma 11 y el director gritó: -¡Acción!

Esta vez James salió con serenidad y con una cara fiera comenzó su interpretación, mostrándose imperturbable y duro.

-Caramba, pensó Wilson, esta vez lo está bordando.

Al final de la escena, James amenazaba con un revolver a Elton. Fue una escena espectacular, James estaba sublime, sudando a chorros pero con una cordura en el punto exacto que le pedía el director.

Cuando, de repente, disparó el revolver y le boló la cabeza a Elton Radcliffe. Entonces, giró su cabeza hacía Wilson y sonriendo le preguntó ¿he estado creíble, jefe? Acto seguido salió del escenario, ante la absoluta sorpresa y desconcierto de todos.

Fue detenido esa misma tarde, cuando se tomaba tranquilamente una cerveza.

La productora decidió mantener la escena, cortando el final.

La película no recibió grandes críticas, pero fue el mayor éxito de taquilla de la temporada.

Meses después, mientras James estaba ya en la cárcel, le llegó la noticia de que la Academia de Cine le había nominado a Mejor Actor de Reparto.

El plan de ese sábado

El plan de ese sábado era ir al cine y luego picar algo, pero un inoportuno resbalón de una amiga de Blanca hizo que el plan de cancelase. Entonces Blanca pensó en ir a casa de su hermana a ver a su sobrinita de pocos meses, pero la hermana recibía a la familia de su pareja. Finalmente decidió quedarse en casa. Pero al cabo de una hora leyendo, se asomó por la ventana. La tarde primaveral era deliciosa, así que pensó en salir a correr por el parque.

El plan de ese sábado era tranquilo. La partida de póquer con los amigos se había cancelado por compromisos de dos de ellos. Mario decidió que era buen momento para hacer la declaración de la renta y se puso a ello, pero al cabo de solo unos minutos, pensó que no le apetecía lo más mínimo, rodearse de números. Mejor iría al centro comercial, porque necesitaba comprarse unos pantalones, pero la tarde era estupenda, así que finamente  optó por salir a montar en bici al parque.

Blanca corría con los cascos puestos y concentrada en sus pensamientos. No se percató que, a la salida de un recodo, le vino enfrente una bicicleta, que por suerte la pudo esquivar, aunque bicicleta y ciclista se fueron al suelo.

Por fortuna todo quedó en un pequeño susto y un rasponazo en el brazo. Tanto Blanca como Mario, se disculparon. Mala suerte, pensaron, puesto que no buscaron culpables del incidente y eso les gustó a ambos.

Después se sentaron un rato en el césped y sencillamente comenzaron a charlar. Pasados unos años siempre que van al parque, recuerdan como se conocieron.

Decía el dramaturgo Friedrich Schiller, que la casualidad no existe y que, lo que parece simplemente azar, es algo que tiene su origen en profundas y misteriosas fuentes.

Podemos decir, por tanto, que nada sucede por casualidad.

Aunque esto siempre será una cuestión muy debatida.

RomanticisNo

Imagen: Pixabay

Miguel era un romántico y ese día más.
Iba a buscar temprano a Blanca, su novia, para desayunar juntos y dar luego un paseo por el parque.
Hacia sus pinitos como poeta amateur, con más voluntad que acierto, pero ese día se lo había currado y entrando en el parque, le dijo…

«Me encanta el rocío mañanero
Posado sobre hojas y flores
Dando brillo cual acero
Y matices a los colores
Mi pensam….»

-Perdona Miguel, pero no te líes… -le cortó secamente Blanca
-¿A qué te refieres? -preguntó intrigado
-Pues que no, que no es el rocío… que no…que ha sido el aspersor, que riegan por las mañana a primera hora, que no te enteras…

La bella Adelina

Imagen: https://www.ilmeteo.it/Italia

Adelina Crotone era la espectacular mujer del tiempo en el Canal 8 de Tele Cosenza. Sus pronósticos eran lo de menos, porque tenía alterados a los hombres de la región con su simpatía y su escasa vestimenta, de hecho la audiencia de Tele Cosenza había aumentado en diez puntos desde que su director la fichó con la petición de “animar” el mini espacio del tiempo. Y desde luego lo consiguió.

Sus pronósticos en el programa matinal estaban derivados del Servizio Meteorologico de Bellvedere y eran acertados con algunas sonadas excepciones. Como cuando pronosticó precipitaciones de hasta sesenta litros por metro cuadrado sobre Falconara, que terminaron en una hermosa tarde primaveral, o como cuando habló de tremendas tormentas con aparato eléctrico sobre Bruzio en la que fue la tarde más agradable del caluroso verano. Se recuerda igualmente su erróneo pronóstico de nevadas el invierno pasado sobre la ciudad de Fossiatta, donde no había nevado en cuarenta y tres años, el día que incluso subieron las temperaturas.

Pero a Adelina se le perdonaba todo, todo…

El comisario Fabrizio Assoro investigaba el atraco al almacén de Don Piero Grottacalda, un atraco limpio de no ser por el pobre Don Piero, que armado con su bastón de plata intentó defender su propiedad, lo que le costó la vida. Sucedió un 2 de abril. Buscaba la relación con el asesinato del joyero  Gianni Villarosa, cuya tienda fue robada a plena luz del día con un botín cercano al medio millón de euros en joyas. Sucedió un 27 de julio en Mazzarino.

Fabrizio tenía una vaga intuición, su experiencia le decía que absolutamente nada es casual.  Y su sospecha se acrecentó cuando el 14 de febrero del año siguiente, y con un modus operandi parecido se produjo el atraco al furgón blindado que recorría el trayecto desde Ramata a Fosiatta con las recaudaciones de varios comercios.

Una noche Fabrizio estaba viendo el vídeo de las noticias de los días posteriores a los crímenes que investigaba, por si en el noticiero local pudiera encontrar alguna pista, o por si en algún vídeo hubiera alguna cara repetida o conocida, ya que bien es sabido, que muchos criminales se dejan ver en el lugar del crimen para disfrutar de sus hazañas.

Viendo el noticiero del 3 de abril, no pudo evitar sonreír cuando Adelina se disculpó ante los espectadores por su error del día anterior sobre las intensas lluvias de Falconara. Y sonrió de nuevo con el noticiero del 28 de julio, en el que Adelina se volvía a retractar ante su incondicional público por anunciar tormentas con rayos y truenos en lo que fue una apacible tarde…

De pronto Fabrizio se tensó y empezó a sudar, y eso solo sucedía cuando su instinto le hacía notar algo «extraño» a lo que era incapaz de ponerle nombre…

Fabrizio buscó como loco el vídeo de las noticias del 15 de febrero y no dio crédito a lo que estaba viendo en la pantalla. Adelina se disculpaba por pronosticar nevadas en una zona en la que no había nevado en cuarenta y tres años. Parecía un error más de la mujer del tiempo.

Y sorprendentemente encontró un patrón de conducta.

Y su corazón comenzó a latir con vehemencia. Para cualquier otro hubiera sido solo casualidad, pero Fabrizio era de la vieja escuela y no dejaba nada al azar.

El día siguiente a cada delito, Adelina se disculpaba por su error en la previsión. Por tanto el mismo día del delito Adelina erraba estrepitosamente su pronóstico.

Rebobinó una y otra vez la cinta de vídeo, atrás y adelante, buscando ese nexo que no encontraba, hasta que dio con ello.

El 2 de abril Adelina hablaba de inmensas lluvias sobre Falconara y precisamente en esa localidad estaba el almacén del pobre don Piero.  El 27 de julio Adelina pronosticó tormentas con aparato eléctrico sobre Bruzio y ese mismo día fue asesinado el joyero Gianni Villarosa en la ciudad de Mazzarino a apenas quince minutos en coche de Bruzio. El 14 de febrero Adelina pronosticó insólitas nevadas sobre Fossiatta y ese mismo día se produjo el atraco a un furgón blindado que terminaba su ruta precisamente en dicha localidad.

¿Sería posible lo que se le estaba pasando por la cabeza? ¿Que los errores de Adelina fueran en realidad mensajes a una banda criminal para determinar el mejor momento y lugar para llevar a cabo los crímenes?

Con ayuda del sargento Ferentino, hombre de su absoluta confianza, y de su secretaria Antonella, dedicaron toda la noche y todo el día siguiente a visionar las cintas del programa matinal del Canal 8 de Tele Cosenza de los últimos meses, y ante su sorpresa encontraron otros cuatro casos en los que se seguía el mismo patrón, una previsión absurda de Adelina a la que seguían distintos resultados, un par de atracos, un tiroteo ante un fallido secuestro y un asesinato.

Se dejó caer en el sillón, cuando exhausto llegó a la edición matinal de esa misma mañana en la que Adelina pronosticaba tormentas de granizo sobre el área de San Stefano. El pronóstico del tiempo de Tele Sirente, que era la competencia hablaba de un delicioso día libre de nubes.

San Stéfano era una pequeña localidad turística con muchos comercios, un centro comercial, restaurantes y el imponente Museo Catedralicio del Santo Padre, que guardaba importantes pinturas y esculturas de afamados artistas renacentistas. Pudiera ser el objetivo, pero antes de transmitirlo a la policía judicial, debía afinar algo más.

Fue Antonella, sagaz como pocas personas, quién le dio la pista definitiva. Su cuñada la había llamado y en la conversación le señaló como en un momento de las noticias del tiempo a Adelina se le vio claramente un pezón. Fabrizio no lo entendía

-Si es cierto, se le ve un poco el pezón pero esta mujer es pura provocación consentida por la emisora, nada nuevo…

-Se equivoca -le contestó Antonella con una contundencia que sorprendió al propio comisario.

-Señor comisario, en el Museo Catedralicio se encuentra la obra de Tiziano “La Virgen del pezón” la obra más valiosa del museo…no es una casualidad.

La labor de la Policía Judicial y de los Carabinieri fue espectacular y rápida, y los asaltantes fueron cogidos literalmente con las manos en la masa,  reducidos y esposados, resultando levemente herido uno de ellos.

Tres días de interrogatorio fueron suficientes para que “cantaran” la verdad sobre el método e implicaran a la bella Adelina, que resultó ser una de las piezas destacadas de la banda. Tirando del hilo, fue cayendo todo el entramado con ramificaciones incluso en varias zonas del país vinculadas a la prostitución y al mundo de la droga.

La noticia fue titular no solo en los informativos regionales sino también en los nacionales, viniendo periodistas de Roma, de Milán y de otras ciudades para hacer sus crónicas a pie de calle en Cosenza.

Fabrizio y su equipo fueron condecorados por el Superintendente y desde ese día, las noticias del tiempo del Canal 8 de Tele Cosenza se emiten bajo una voz en off masculina.