El Plan

El plan estratégico hacía aguas por varias partes, el desarrollo de tecnología no parecía el apropiado a los objetivos de producción, que a su vez eran pura demagogia, absorbidos por unas cifras de ventas excesivamente optimistas. La financiación del proyecto no era sólida y para colmo el personal de base, carecía de la formación suficiente para afrontar los cambios en las tareas.

A través de mi jefe el señor Gómez acudí a la reunión del comité de dirección que iba a evaluar el proyecto. Mi misión de apoyo consistía en mostrar los modelos de cálculo financiero y econométrico de las variables implicadas en base a distintos escenarios. Mi habilidad me permitía modificar dichas variables y obtener resultados en cuestión de minutos.

En un momento de la reunión me decidí a pedir la palabra, ante el asombro de los miembros del comité, ya que yo nunca hablaba salvo lo estrictamente necesario.

Como me permitieron hablar, expuse claramente los problemas de un plan excesivamente arriesgado y que podría colocarnos en desventaja frente a los competidores. Ajusté las hipótesis de ventas, costes, márgenes, precios y por supuesto producción, demostrando que nuestros objetivos eran peligrosamente ambiciosos pero proponiendo varias alternativas que aligerarían la carga financiera y racionalizarían la estructura productiva.

En ello estaba cuando el director general, señor Crespo, dio un sonoro puñetazo en la mesa, diciendo:

– Estoy harto Gómez, le recuerdo que este elemento se le asignó para trabajar no para pensar, porque para pensar ya estamos nosotros, que somos el comité de dirección. Así que proceda…

Gómez replicó,

– Creo señor Crespo que deberíamos escucharle, hay factores que se nos escapan…

– Que proceda coño, grito el director general.

Y Gómez abrió mi caja de fusibles de concatenación y arrancó el correspondiente a mi función de habla. Cabreado con la situación, decidí bloquear mi sistema operativo, paralizar mis placas y entrar en bucle.

Uno es un robot, pero tiene dignidad.

Cambios en la Constitución

Creo llegado el momento de reformar la constitución. A ella me he agarrado, amparándome en que era muy difícil cambiarla y en que de momento funcionaba.

Me la sé casi de memoria y hay situaciones claramente mejorables. La constitución tiene más de cuarenta años y es ahora cuando estoy decidido al cambio. Sirvió en el principio que fue algo convulso, esos años de juventud constitucional, donde la novedad impregnaba el día a día.

Se mantuvo en los años siguientes sin mayores altibajos, pero ahora la constitución debe adaptarse a los cambios acaecidos en estos últimos años.

Por ello tras un pequeño debate personal sobre lo que me dijo el médico, voy a cambiar mi constitución, comenzando una dieta de cuatro meses convencido de que será para mejor.


Nota: no soy el de la izquierda, pero tampoco el de la derecha 😉

Otro Dakar

 

Cuando el Rallye Dakar se celebraba en Africa, se ideó un rallye paralelo, llamado Dakar Solidario, con la intención de llevar ayuda humanitaria a los paises que atravesaba la carrera.

Hace ya 11 años, en 2007, tuve el privilegio de participar en ese proyecto, que nos permitió ver la realidad desde una óptica muy diferente


Imágenes: Dakar (Senegal) – Montalleri

El Paseo

Al Marqués de Kildfield Murray no le gustaba el nuevo novio de su hija.

Heredera de una inmensa fortuna, Claire tenía un ojo especial para la elección de sus amantes. Bien es cierto que no era nada sencillo agradar al Marqués, hombre egocéntrico y poderoso. Wayne, el díscolo novio de Claire no fue una excepción y pronto el marqués renegó de él.

Una tarde de domingo, mientras Claire daba su sesión de Pilates, el marqués propuso a Wayne dar un paseo a caballo por su enorme finca. Cuando Wayne llegó a las caballerizas, se encontró con Boris el cuidador de los caballos, que los estaba ensillando, quién le dijo…

– Me ha dicho el señor marqués que lamenta no poder acompañarle por un repentino dolor en la espalda, me ha pedido si no tiene usted inconveniente, que le acompañe, no vaya a ser que pueda perderse.

Wayne confiado respondió…

– Vaya, pobre marqués, que contratiempo… de acuerdo Boris muy amable de su parte acompañarme.

Antes de salir, sonó el móvil de Boris, contenía un lacónico mensaje de whatsapp del marqués…

… “Que parezca un accidente”


Imagen: https://pixabay.com

Oma

El camino de acceso al bosque de Oma era precioso, al ser día laborable no había mucha gente, la fina lluvia también permitió mayor sensación de soledad, pero de soledad de la buena, de la deseada. Una vez llegado a la zona del bosque pintado, disfruté con una vuelta de 360º que dí muy despacio y pausadamente.

Después busqué alguno de los puntos de visión que permiten unir los troncos de los árboles pintados dando lugar a sorprendentes formas y perspectivas. Y me senté apoyado en uno de los árboles, para sentir el inmenso abrazo del silencio.

Fue al poco rato cuando me pareció verle, asomado tras uno de los árboles. Al principio no estaba seguro, pero la segunda vez le pude ver la cara. Parecía como un hombre pequeño.

Le llamé y solo escuché el eco de mi propia voz. Me levanté y me dirigí al árbol tras el cual, debería estar el hombrecillo, pero no le encontré. Entonces, oí crujir una rama tras de mí y de nuevo le vi…

El hombrecillo vestía con ropa de colores, iguales a los del árbol junto al que estaba. De repente se movió hacía otro árbol y los colores de su ropa cambiaron mimetizándose con los del árbol ahora más cercano. Y así una y otra vez. “Es asombroso, pensé”. Quise hablar con él pero cada vez que lo intentaba, me sonreía y se escondía tras otro árbol. Intenté hacerle una foto pero era rápido y esquivo…

No fuí consciente del tiempo que estuve allí, pero de pronto me di cuenta que estaba comenzando a oscurecer, así que emprendí el camino de regreso. Cuando llegué al pueblo de Kortezubi me tomé un café en el bar. El dueño parecía amable, así que le pregunté si conocía alguna historia o leyenda sobre duendes en el bosque.

Y me respondió que sí, por supuesto, que había una leyenda según la cual los duendes solo se aparecían a aquellas personas que habían sido duendes en otras vidas y esas personas escogidas, eran muy pocas.

– Bah, ni caso, ya sabe usted…leyendas, me dijo el posadero.

– Sí…leyendas, susurré yo, mientras un escalofrío me recorría el cuerpo.


Imágenes: Montalleri

La mano arácnida

arana-en-mano_5152Desde aquél minúsculo cuarto se oía la música de la fiesta, su familia y los vecinos celebraban la victoria de su equipo bailando y bebiendo.  El calor era intenso, la humedad  asfixiante.

En el cuarto una sola persona pero dos entes propios.  Él y la araña que le seguía a todas partes y con la que hablaba a menudo, mientras movía sus propios dedos como si fueran las patas del arácnido en una simbiosis perfecta con su mano.

Habían pasado ya cuatro años desde que el desamor de una mujer, la sinrazón de un galeno y la intolerancia familiar, le postraron allí como un loco.  De repente su sobrino dijo, “le llevamos una copa al tío Marcelo” y alguien contestó, “no, que se la bebe la araña”.  Todos rieron la gracia, la música se intensificó junto a bailes, cánticos y banderas al viento.

Marcelo en su cuarto pensó que era el momento preciso. Había cogido una afilada cuchilla de afeitar del baño. Y con ella, comenzó a cortar las patas de la araña. No sintió placer, tampoco dolor, tan solo le embargaba la sensación de que era necesario terminar con ella de una vez.  Y lo hizo.


 Texto original publicado octubre 2016

El Grajo

Estoy indignado, durante meses nadie me hace ni caso pero ahora que nieva y hace frío, ahora sí que se acuerdan de mí y me nombran una y otra vez, con ese dicho que no sé quién inventó:

“Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”

¿Y el resto del año qué?

Sencillo, no les importo lo más mínimo y lo digo triste porque yo también tengo mi corazón y me duele esa actitud y la manera en la que me ignoran.

En fin, me gusta mucho ser un grajo, pero a veces se me hace muy cuesta arriba cuando trato con los humanos. No me queda más remedio que asumirlo aunque con tristeza.

Agradezco a Montalleri que me haya cedido este espacio para reivindicarme.

Saludos a tod@s

El Grajo


Imagen superior: Montalleri
Imagen inferior: Wikipedia: grajo (Corvus frugilegus), foto modificada gracias al otro Carlos !!!

Tal vez un Poema V

Fuera hiela, noche oscura
sensaciones bajo cero
brindis y luces,
petardos que estallan.
Cogidos por la cintura
cruzando el amplio sendero
caídos de bruces
ante la realidad.
Sensaciones que no callan
moneda de felicidad
sintiéndote pasajero
superando asi los miedos
al incierto futuro
de alegría impuesta.
Doce meses por delante
un balance prematuro.
No somos cínicos,
débiles tal vez,
por no ver así el instante
aprovechando vivir
nuestra oportunidad.
Y recoger ese guante
cual partida de ajedrez
con normas a rajatabla
que no queremos ganar
pero tampoco perder,
mejor que termine en tablas
que vivir en placidez.
De nuevo tras doce meses,
volverá a helar
cruzaremos el sendero
pensando tal vez con pena
el no haber aprovechado
la gran oportunidad.
Doce meses por delante
que hemos de aprovechar,
recojamos pues el guante
y busquemos la verdad.


Imagen: https://pixabay.com/

Quince

Quince años son muchos o pocos depende de lo que se esté midiendo. Para mi madre, mi relación con Carlos no es del todo lógica. Reconoce que es un hombre culto y educado y buena gente pero me saca quince años y eso es mucho según ella, por eso me hace una y otra vez una operación sencilla…

– Patricia hija ¿te das cuenta de que tienes 40 años y Carlos tiene 55? ¿Y que cuando tengas 50 él tendrá 65? Y que…

– Basta mamá, le contesté, el amor no se suma o se resta. Solo quiero vivir el presente con el hombre al que quiero y con ese presente construir un futuro junto a él y ya está. No hace falta que hagas restas y previsiones de nada.

– Ya he tenido una relación supuestamente ideal, casada con un hombre ideal, de familia ideal y con un futuro ideal y al final la relación duró solo unos años y ya sabes lo que sucedió ¿verdad?. No busques una bola de cristal, porque no la tienes. Busca mi felicidad, mi sonrisa y mi bienestar y respeta mi decisión, porque es inamovible.

La diferencia de edad no es un obstáculo por sí misma, porque lo importante no son los números sino las emociones compartidas, las actitudes, lo mucho que nos podemos complementar con nuestras vivencias, con nuestro amor.

Espero que mi madre lo entienda.