Ensoñación

Sol ardiente de junio, Frederic Leighton (1830-1896), Wikipedia

Elena se despertó sudorosa y agitada. De inmediato recordó su sueño. Alguien entraba en su cuarto y se acercaba sigilosamente a ella. Intentó calmarse. Miró el reloj, eran las 3:16 de la mañana. Aún le quedaban tres horas hasta que sonara el despertador, así que intentó conciliar el sueño. Le costó, pero finalmente lo consiguió.

A la mañana siguiente apenas recordaba nada. Preparó el desayuno, con café, tostadas, mermelada y zumo de naranja.

Cogió el móvil para leer las noticias, cuando vio que tenía abierta la pantalla con las llamadas y comprobó con sorpresa, que esa madrugada había marcado cinco veces el mismo número.

No recordaba nada.

Intrigada y nerviosa, decidió marcar de nuevo ese número. Sonó tres veces antes de que descolgaran…

-«Bienvenido a su futuro, en este momento todas las líneas están ocupadas, por favor espere y en breve uno de nuestros operadores le atenderá». La espera se hizo interminable, cuando una voz femenina le atendió.

-Bienvenida Elena, le habla Vanessa ¿en qué podemos atenderle?

-¿Cómo sabe mi nombre?

-Bueno, usted nos llama con frecuencia, sabemos muchas cosas de usted, incluso nos envió una foto anoche…

-Perdone, no entiendo nada, ¿esto es una broma? ¿de qué foto me habla?

Y acto seguido abrió su galería de fotos y vio una foto suya totalmente dormida.

-Oiga, ¿quién…quién me ha hecho esa foto?, vivo sola, oiga, ¿esto es una broma pesada?

-No es una broma Elena, es el futuro. Usted nos llama y nosotros le respondemos, es un servicio gratuito…

-Pero y la foto, quién…

-La foto si claro… pero… usted no sale dormida, está casi muerta. Yo le recomiendo que aproveche el día, puede ser el último de su vida.

De repente sonó el despertador y Elena pegó un brinco en la cama, empapada en sudor frío. Joder, todo había sido una espantosa pesadilla, sonrió tranquila, ¡vaya sueño! pensó para sí misma.

Fue al cuarto de baño y cuando se miró en el espejo, no vio su reflejo. Asustada volvió al dormitorio y allí vio su cuerpo en la cama, frío, sin pulso.

Un mensaje entró en su móvil. Lo remitía la tal Vanessa: “por favor, valore su satisfacción con el servicio de futuro, de 1 (mínima) a 5 (máxima) y podrá entrar en el sorteo de una fantástica guadaña de acero”.   

Nombres

Imagen: Montalleri

María, mi madre. Una gran mujer, lista, trabajadora, estudiosa en la universidad de la vida. Siempre dispuesta a todo. Compaginó la casa con su trabajo de dependienta en la tienda de doña Herminia. Y excelente cocinera. Su cocido era famoso entre mis amigos, recuerdo que le encantaba a Nando.

Nando, mi mejor amigo, de siempre. Vecinos y compañeros de pupitre. Crecimos juntos en todos los aspectos, era como un hermano para mí. En los juegos, en los estudios, en las juergas, siempre estaba él. Y además a punto estuvo de ser mi cuñado, porque estuvo saliendo con Nieves.

Nieves, mi hermana, un año menor que yo. Era mi ojito derecho, mi confidente y mi amiga. Además compartíamos la misma pandilla en las eternas vacaciones en el pueblo. Y no teníamos secretos entre nosotros. Por eso le conté lo de Berta.

Berta, amiga de Nieves. Fue con certeza mi primer amor y con el tiempo, mi amor platónico. Estaba colado por ella. Nos quedó una bonita amistad. La veo ocasionalmente y siempre la recuerdo con una sonrisa. A ella y a Juan.

Juan, primo de Berta, todo un elemento. Dos años mayor que yo, era nuestro maestro de la vida. Si teníamos alguna duda sobre el tema que fuese, siempre recurríamos a él. Creo que mezclábamos amistad y admiración a partes iguales. Amigo de Maribel.

Maribel, con el paso del tiempo, mi amiga y compañera. Con quién he compartido mis mejores años. Con quién alcancé lo más parecido a la felicidad. De quién me queda un imborrable recuerdo. Lástima que nuestros caminos se separaran hace un tiempo. Lástima.

Lo voy a dejar por hoy, me duele el cuerpo, estoy agotado y necesito descansar.

Secuelas de la quimioterapia. 

Mañana seguiré con la lista de personas que me echarán de menos cuando me vaya.   

El balón perdido

Imagen: Montalleri

El remate final de Alvarito se fue al techo de la casa de don Gabriel, con tan mala suerte que el balón se alojó entre las tejas.

-Jopé exclamaron los chavales y ahora a ver quién es el listo que llama a la puerta con la mala leche que tiene el señor ese.

Entre todos decidieron que debía ser Alvarito quién corriera con el honor y el riesgo a partes iguales, pues fue su chut el que llevó el balón a las alturas. Así que el chico subió las escaleras de piedra, respiró profundamente y llamó al timbre. Al cabo de varios intentos y cuando ya estaba presto a bajar de vuelta, la puerta de abrió lentamente y apareció la faz malencarada de don Gabriel.

-¿Qué coño quieres chico? Le preguntó sin la menor empatía.

-Es que se nos ha colado el balón en su techo y quería preguntarle si nos podría… pero don Gabriel no le dejó terminar.

-¿Y que pretendes? ¿Qué me suba en una escalera a mis años? Pero si apenas puedo andar… 

-Pero si nos permitiera volver con una y apoyarla para … pero de nuevo don Gabriel no le dejó terminar.

-Mocosos, para qué coño queréis una escalera si sois … a ver…cinco, seis, siete chavales. Cread vuestra propia escalera unos sobre otros. Anda venid, mataos que sois unos mataos, Tú, tú y tú que sois los más grandes a este lado. Y vosotros cuatro que sois más esmirriados enfrente. Vosotros los grandes hacéis de contrapeso y vosotros los esmirriados vais trepando unos sobre otros. Tú enano, dijo dirigiéndose a Juanito, eres el más pequeño, tú subirás al techo y con el palo de la escoba harás mover la pelota hasta que caiga.

Y así lo hicieron no sin cierta dificultad, pero en apenas quince minutos, tenían en su poder la pelota.

Le dieron las gracias a don Gabriel, que ya no les pareció tan fiero como le pintaban.

Han pasado muchos años desde esta anécdota.

Hoy en día, a lo que hicieron los chicos que jugaban al balón se le llama “Trabajo en Equipo” y a lo que hizo don Gabriel se le llama “Gestión del Talento”.

Pero eso, ha existido siempre…

Agosto

Imagen: Montalleri
Imagen: Montalleri

La temperatura es de -5.5ºC. Frío. Hoy es 15 de agosto de 2.041.

Nos abrigamos para salir. Hace un viento helador y la sensación térmica es de -15ºC.

Vamos al cuadrante gamma, sección 65F, a ver una exposición sobre las ciudades sumergidas ante la subida del nivel del mar. Me interesa en especial un lugar llamado Denia. Allí iban a veranear mis abuelos. Denia fue cubierta por completo en 2.032 junto con otras ciudades del litoral.

Dice el abuelo que cuando él era joven, agosto era el mes esencial de las vacaciones, del calor, del sol, también de algunas tormentas, de la playa o de la montaña. Nos ha enseñado fotos antiguas en las que se les ve jugando en la playa. Es increíble.

Hasta el año 2.030 el tiempo fue raro pero mantenía ciertos criterios. Los veranos mezclaban semanas suaves, con otras de un calor asfixiante. Y los inviernos mezclaban igualmente temperaturas suaves, con otras extremadamente frías.

Había años de lluvias y nieves seguidos de otros de una extrema sequía. Y la contaminación se posaba sobre las grandes ciudades, causando dolencias y enfermedades pulmonares, contándose por miles los fallecidos. 

Entonces hablaban del Cambio Climático, pero los políticos de la época nunca hicieron caso de los expertos y ecologistas a los que ningunearon sin pudor, pese a las evidentes pruebas y avisos, que estaba dando el clima.

Fue en el año 2.031 cuando todo empeoró aún más. El invierno fue durísimo en ambos hemisferios alcanzando temperaturas extremas en lugares tradicionalmente cálidos, mientras en los Polos la temperatura era abrasadora. Y comenzó el deshielo y subió el nivel del mar, borrando del mapa muchas poblaciones costeras, ocasionando inmensos flujos migratorios hacia el interior. 

Desaparecieron la primavera y el otoño como se concebían por estas tierras y fueron sustituidos por un verano asfixiante de casi seis meses, al que siguió un invierno helador de otros seis meses. Los mandatarios mundiales se reunieron en Naciones Unidas pero fueron incapaces de entender el fenómeno y menos aún de buscar soluciones.

En 2.033 ya no hubo estaciones y la oscilación térmica en algunas ciudades era de hasta 40ºC en un solo día. Los cielos estaban cubiertos de unas nubes amoratadas que provocaban tormentas secas con gran aparato eléctrico. La agricultura no pudo soportar estos vaivenes y la producción cayó en picado. Y la fauna tampoco resistió, perdiéndose para siempre muchas especies animales.

El consumo energético se disparó hasta límites inviables. La gente entró en pánico, los sistemas de producción colapsaron, quebraron muchas empresas y la economía sufrió una crisis apocalíptica. 

Y entonces comenzaron las revueltas, los saqueos y el estado de sitio en todas las ciudades, en todos los países…

El resto de la historia, ya la conocéis…

Arenga

Imagen: Montalleri

 

Compañeros y compañeras: de vosotros depende el prestigio de la institución. De vuestro esfuerzo y trabajo. De vuestra dedicación y valor. Sé que es duro, pero es vuestro deber.

En apenas una hora, se abrirán las puertas del centro comercial y hordas de compradores comenzarán a utilizaros. Me consta que no todos harán buen uso. Por fortuna la mayoría será prudente con vosotros, pero habrá excepciones como siempre.

Mujeres y hombres, que os llenarán a rebosar y os someterán a una prueba de resistencia enorme. Otros os conducirán sin medición ni control, por no hablar de los niños y niñas para los que seréis un juguete ante la permisividad de los padres.

Pero es entonces, en las condiciones más adversas, cuando habréis de comportaros con toda vuestra valentía y fuerza. Tendréis que rodar con dignidad, evitando escoraros a izquierda o derecha.

Sé que no todos superaréis la prueba, pero habéis de saber que no estáis solos y que, si sufrís daños, seréis reparados por el servicio de mantenimiento, bajo mi propia supervisión.

Estad pues tranquilos y salir al centro comercial conscientes de vuestra labor, de vuestro momento.

Y pensad que ese momento no es de quiénes os empujan, sino de vosotros mismos.

Compañeros y compañeras…

-¿Estáis conmigo?

-Síiiiiiiiiiii

-¿Vais a mostrar vuestra valía?

-Síiiiiiiiiiii

Ánimo valientes, el destino está aún por escribir y en él nos esperan páginas gloriosas.

Suerte y que lo rodéis bien.

Nos vemos en dieciséis horas.