Observando la belleza del Castillo de Coca, pensaba en su construcción que data del siglo XV, hecha sin duda, con buenos cimientos.
Cimientos que sin embargo, suelen faltar a «los castillos en el aire», expresión que siempre me ha parecido curiosa y que indica que estos castillos, suelen derrumbarse más pronto que tarde, al abrigo de una esperanza que no se cumple.
En realidad, pasar de fantasear a ilusionarnos solo está separado de una fina línea. Y ese es el ejercicio que propongo, coger un folio en blanco y un lápiz y dedicar un tiempo a la reflexión sincera para escribir al desnudo, aquellas cosas por alocadas que sean, que nos hubiese gustado llevar a cabo y que obviamente tengamos pendiente de hacer, casi siempre subordinadas a nuestros «motores de vida».
Esos «motores», generalmente están basados en el amor, la familia, el trabajo, la amistad, el estudio, pero hay momentos en los que alguno de los motores falla y es necesario rectificarlo o incluso cambiarlo.
Tal vez sea el momento de retomar las ideas escritas en ese papel en blanco. Aquello que nunca pudimos hacer, ni terminar, puede que ni siquiera empezar.
Aquellos castillos en el aire, que quizás hoy, desde una nueva perspectiva, podamos al fin comenzar a construir con fuertes cimientos.
Qué buena reflexión, puede que ahora desde esa otra perspectiva lo veamos factible, o también que ya no tengamos esa ilusión. O que lo que fallaba era nuestro miedo… Quién sabe.
Un abrazo.
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El motor de nuestra vida, cambia con el tiempo. Tenemos nuevas perspectivas, o llámalo madurez o tal vez experiencia. Siempre hay algo escrito que nunca es tarde para afrontar.
Un abrazo Luna.
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Magnífica reflexión, creo que cogeré ese lápiz y un folio en blanco.
Preciosa foto también, Carlos
Un abrazo
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Y harás bien Úrsula, es algo que nos puede reafirmar y tanto más cuando alguno de los motores de nuestra vida, ya no va bien y eso me temo, nos termina pasando a todos. Me alegra que te guste la foto, el Castillo de Coca bien merece una visita, sin duda.
Un abrazo
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Probablemente a cierta edad, hay ideas que son solo castillos en el aire y probablemente el paso de los años nos permiten reflexiones como la que propones, cuando comprobamos que las cosas, no son ya como las imaginábamos. Muy interesante.
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Esa es básicamente la esencia. De ahí la importancia de esa hoja en blanco en la que apuntar aquello que nos dejamos en el tintero y que, quién sabe, si ahora es el momento de crear unos buenos cimientos, porque nunca es tarde. Un abrazo Miguel.
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A veces los motores ya dan poco de si y el ruego de cada día es: ¡Virgencia que me quede como estoy!
Cuando la vida ha sido una lucha constante y una labor de aprendizaje continua a doble jornada, una vez puesta la bandera en la cima del tejado, se desea permanecer a resguardo y sólo se sale de casa con paraguas. ¡Porsiacaso! Un abrazo.
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Comprendo y me gusta el símil de la bandera en el tejado. Sucede que no siempre se puede poner esa bandera aunque falte poco. Ahí es donde se juega la baza de afrontar retos olvidados que nos den vidilla. Tal vez haya retos lógicos y también alguna que otra locura, nunca se sabe.
Un abrazo Carlos.
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No he sido de hacer muchos castillos en el aire… Y los sueños ya los he abandonado, o quizá me han abandonado ellos a mí. Hoy día intento serenarme en mi rutina y lo que sí me gustaría es morir frente al mar. No sé si lo conseguiré salvo que me tire un día por un acantilado, jaja.
Un abrazo.
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Yo tampoco aunque la juventud siempre nos hace ingenuos y por tanto proclives a imaginar. Pero es la imaginación lo que no debemos abandonar. Tal vez haya algún sueño que puedas recuperar. Aparte de morir frente al mar, pero cuidado con los acantilados.
No recuerdo si llegaste a leer un post reciente que titulé «(In)decisiones». Para que veas lo que puede suceder jejeje.
Un abrazo Estrella.
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Creo que no he leído ese post, de vez en cuando me ausento del blog y no doy a basto a leer todo… voy a buscarlo.
Un abrazo.
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Ya lo había visto, no recordaba cual era… «memoria de pez» como me diría mi hija.
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jajaja. Pues ya sabes, ojito con quién saltas.
Otro abrazo.
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De momento, salto sola… aunque reconozco que saltar acompañada sería mucho más divertido mientras el compañero saltara conmigo y no me empujara o me dejara caer, jaja.
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Hermosa reflexión , que me puso a pensar en mis sueńos , en no quedarme con nada …
gracias , gracias ❤️
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No es sencillo pero a veces hemos de intentar que algunos sueños sean realidad. Tal vez hace años no era posible, circunstancias, familia, trabajo, pero con el tiempo algunos pueden realizarse. Se trata de renovarse siempre que sea posible. Un abrazo Gloria y gracias como siempre por tus visitas y tu cariño.
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Ese siempre lo tendrás Carlos , porque eres una de esas bellas personas que uno se encuentra por aquí 🌺
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😊
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Yo me siento más lúdico con la expresión y un castillo en el aire puede tener más futuro que los castillos de naipes donde moran los que la apariencia es su forma de vida.
Saludos Carlos 🖐️
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Unos (en el aire) y otros (de naipes) terminarán viniéndose abajo. Pero coincido contigo en que los castillos en el aire reflejan hechos posibles, solo faltan esos cimientos y el momento de lanzarse a por ellos.
Un abrazo
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A veces, nuestros sueños son solo eso, castillos en el aire.
Saludos 🖐️
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La mayor parte de las veces, pero no todas 😎
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Me has convencido, Carlos. Voy a coger un folio en blanco y a por la vidilla!!! Mis sueños se han ido cumpliendo, pero siempre queda alguno por ahí que es un runrun en la cabeza.
Preciosa foto.
Besazos de miércoles.
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Genial que te haya convencido, en verdad es una labor que si es fruto de la reflexión, sacarás muchas buenas conclusiones y alejarás ese runrun.
La foto es bonita pero el castillo lo es aún más. Un abrazo y gracias por tus visitas.
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Estoy de acuerdo con lo que planteas, es un muy buen ejercicio para hacer cuando sea, sin embargo cuando ya vas viendo que la vida ha transcurrido en gran parte y que es hora de tomar decisiones para dejar de lado muchas cosas que ya se volvieron estereotipadas y te dan la sensación de una falsa seguridad, rescatar viejos sueños, poner otros en práctica y vislumbrarte más adelante en el camino. Quitar el miedo de la ecuación y atreverse, lanzarse, salirse de la zona de confort y descubrir que todavía se es capaz de emprender todo aquello que la imaginación nos regale. Un abrazo
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Así es, y no solo por el paso de los años, también de las circunstancias cambiantes, lo que he llamado «motor de vida» que puede ofrecernos muchos cambios de criterio y situaciones. Es entonces cuando podemos retomar ilusiones o retos pasados, saliendo como bien apuntas de nuestra zona de confort. Entendiendo por qué no lo afrontamos en su momento, creo que es necesario darle una vuelta y nos podemos llevar sorpresas.
Te agradezco tu amplio comentario. Un abrazo.
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¿Por alocadas que sean? ¡Oh, tengo una, Carlos! Pero ya me he resignado a que se quede ahí, en los sueños. No me imagino ahora, con pura pinta de abuela, haciendo el amor en medio de una playa o de un sembradío… ¡Mira tú, lo que has conseguido, Carlos! Confesar este secreto tan escondido.😱😱😱
¡Abrazos! 🤗🤗🤗
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Pues solo por eso, ya merece la pena haber escrito este texto 👏👏👏 y bueno… nunca se sabe … Eres genial Sara. Un gran abrazo 😉
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¡Ja,ja,ja! ¡Nunca se sabe! El lobo siempre merodea tras la abuelita y en una de esas… Me haces reir, Carlos.
Que disfrutes el finde, amigo.
¡Abrazos!
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😉😎
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«Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él».
George Bernard Shaw
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Soñar nunca es perder el tiempo, pero efectivamente, necesita esos cimientos. Hermosa frase. Un abrazo
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Entiendo lo que profes y me parece interesante, pero parece que hay que decir hasta aquí y parar, el tiempo y las prisas nos envuelven. Se necesita silencio y tranquilidad.
Un saludo.
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Cualquier decisión ha de ser tomada con tranquilidad, convencido de que esa tranquilidad, redundará en nuestro beneficio.
Un abrazo.
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Buena reflexión amigo mío. Me ha gustado mucho. Un abrazo
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