El impulso

El corazón se detuvo un instante junto a mi respiración.

Acababa de llegar y su presencia más intuida que vista, recuperó mis latidos y el aliento de otra persona más joven, más insegura e impulsiva, un desbordado sentimiento por saberlo todo de esa entropía apenas mencionada.

Cualquier comentario, cualquier excusa, un post-it con mi extensión y teléfono particular. Ahí queda: nada queda porque nada hay. Sólo la admiración de su presencia, en su forma de caminar, desde su voz y palabras, por la risa que aprecio en aún pocos y breves momentos y cruzados que quisiera detener y prolongar.

El corazón y la mente, generalmente indiferentes, caen por un tobogán hacia lo desconocido, otra vez solos y aventureros, locos y asustados, en un irrefrenable espejismo plagado de áridas realidades y certezas de lo imposible, lo que no puede ser no puede ser y además es …

Apenas puedo retener su cara en mi pensamiento, su olor aspirado se escapa como el agua entre los dedos. Los días pasan y nada ocurre, ni debe ocurrir.

Pero me sigo sorprendiendo como una loca adolescente a mis años, mientras pugno por mantener una distancia suficiente mutuamente digna y respetuosa.

Total ¿Quién soy yo para irrumpir/interferir en la vida de nadie? ¿Quién es él salvo un perfecto desconocido? Y a pesar de ser consciente de mis limitaciones y carencias, quiero transgredirlos antes de que la vida pase y sea otra vez tarde y de nuevo nunca.

autora: RiverSue        http://riversueside.blogspot.com.es


Foto: Hope 1886 George Frederic Watts   http://www.tate.org.uk/art/work/N01640

Autor: Montalleri

Ahorremos explicaciones, nunca emociones

12 opiniones en “El impulso”

  1. Cedo el testigo a la colaboración de RiverSue con este texto cargado de emoción y sentimiento.
    Al final del mismo está el enlace a su blog, donde podréis leer otras entradas y textos.
    Gracias RiverSue por estar presente en mi blog.
    Un abrazo a tod@s.

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  2. Los impulsos nos mueven, nos incitan… pero no nos mantienen en movimiento. Claro que el movimiento continuo no existe, así que puede construirse como una sucesión de impulsos. Por otra parte, nadie dice que impulsos y reflexión no puedan convivir en pacífica alternancia. Difícil cuestión la de la protagonista, que parece reflexionar sobre si seguir o no un impulso. Contradictorio. Y ahora tu «Impulso» incita a la reflexión. Interesante como siempre Montalleri. Saludos.

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  3. Muy bonito. Cuando empecé a leer, creía que era tuyo y pensé que habías cambiado de registro y que quizás estabas explorando nuevos registros. Luego leí un adjetivo «loca» que definía al narrador en primera persona y me extrañó, pero pensé ¿por qué no hablar en boca de un personaje femenino? Y al final, veo que no, que no he acertado en nada 😅 Y aun así, sigue siendo muy bonito! Un abrazo, Carlos! 😊 😘

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