La bella Adelina

Imagen: https://www.ilmeteo.it/Italia

Adelina Crotone era la espectacular mujer del tiempo en el Canal 8 de Tele Cosenza. Sus pronósticos eran lo de menos, porque tenía alterados a los hombres de la región con su simpatía y su escasa vestimenta, de hecho la audiencia de Tele Cosenza había aumentado en diez puntos desde que su director la fichó con la petición de “animar” el mini espacio del tiempo. Y desde luego lo consiguió.

Sus pronósticos en el programa matinal estaban derivados del Servizio Meteorologico de Bellvedere y eran acertados con algunas sonadas excepciones. Como cuando pronosticó precipitaciones de hasta sesenta litros por metro cuadrado sobre Falconara, que terminaron en una hermosa tarde primaveral, o como cuando habló de tremendas tormentas con aparato eléctrico sobre Bruzio en la que fue la tarde más agradable del caluroso verano. Se recuerda igualmente su erróneo pronóstico de nevadas el invierno pasado sobre la ciudad de Fossiatta, donde no había nevado en cuarenta y tres años, el día que incluso subieron las temperaturas.

Pero a Adelina se le perdonaba todo, todo…

El comisario Fabrizio Assoro investigaba el atraco al almacén de Don Piero Grottacalda, un atraco limpio de no ser por el pobre Don Piero, que armado con su bastón de plata intentó defender su propiedad, lo que le costó la vida. Sucedió un 2 de abril. Buscaba la relación con el asesinato del joyero  Gianni Villarosa, cuya tienda fue robada a plena luz del día con un botín cercano al medio millón de euros en joyas. Sucedió un 27 de julio en Mazzarino.

Fabrizio tenía una vaga intuición, su experiencia le decía que absolutamente nada es casual.  Y su sospecha se acrecentó cuando el 14 de febrero del año siguiente, y con un modus operandi parecido se produjo el atraco al furgón blindado que recorría el trayecto desde Ramata a Fosiatta con las recaudaciones de varios comercios.

Una noche Fabrizio estaba viendo el vídeo de las noticias de los días posteriores a los crímenes que investigaba, por si en el noticiero local pudiera encontrar alguna pista, o por si en algún vídeo hubiera alguna cara repetida o conocida, ya que bien es sabido, que muchos criminales se dejan ver en el lugar del crimen para disfrutar de sus hazañas.

Viendo el noticiero del 3 de abril, no pudo evitar sonreír cuando Adelina se disculpó ante los espectadores por su error del día anterior sobre las intensas lluvias de Falconara. Y sonrió de nuevo con el noticiero del 28 de julio, en el que Adelina se volvía a retractar ante su incondicional público por anunciar tormentas con rayos y truenos en lo que fue una apacible tarde…

De pronto Fabrizio se tensó y empezó a sudar, y eso solo sucedía cuando su instinto le hacía notar algo «extraño» a lo que era incapaz de ponerle nombre…

Fabrizio buscó como loco el vídeo de las noticias del 15 de febrero y no dio crédito a lo que estaba viendo en la pantalla. Adelina se disculpaba por pronosticar nevadas en una zona en la que no había nevado en cuarenta y tres años. Parecía un error más de la mujer del tiempo.

Y sorprendentemente encontró un patrón de conducta.

Y su corazón comenzó a latir con vehemencia. Para cualquier otro hubiera sido solo casualidad, pero Fabrizio era de la vieja escuela y no dejaba nada al azar.

El día siguiente a cada delito, Adelina se disculpaba por su error en la previsión. Por tanto el mismo día del delito Adelina erraba estrepitosamente su pronóstico.

Rebobinó una y otra vez la cinta de vídeo, atrás y adelante, buscando ese nexo que no encontraba, hasta que dio con ello.

El 2 de abril Adelina hablaba de inmensas lluvias sobre Falconara y precisamente en esa localidad estaba el almacén del pobre don Piero.  El 27 de julio Adelina pronosticó tormentas con aparato eléctrico sobre Bruzio y ese mismo día fue asesinado el joyero Gianni Villarosa en la ciudad de Mazzarino a apenas quince minutos en coche de Bruzio. El 14 de febrero Adelina pronosticó insólitas nevadas sobre Fossiatta y ese mismo día se produjo el atraco a un furgón blindado que terminaba su ruta precisamente en dicha localidad.

¿Sería posible lo que se le estaba pasando por la cabeza? ¿Que los errores de Adelina fueran en realidad mensajes a una banda criminal para determinar el mejor momento y lugar para llevar a cabo los crímenes?

Con ayuda del sargento Ferentino, hombre de su absoluta confianza, y de su secretaria Antonella, dedicaron toda la noche y todo el día siguiente a visionar las cintas del programa matinal del Canal 8 de Tele Cosenza de los últimos meses, y ante su sorpresa encontraron otros cuatro casos en los que se seguía el mismo patrón, una previsión absurda de Adelina a la que seguían distintos resultados, un par de atracos, un tiroteo ante un fallido secuestro y un asesinato.

Se dejó caer en el sillón, cuando exhausto llegó a la edición matinal de esa misma mañana en la que Adelina pronosticaba tormentas de granizo sobre el área de San Stefano. El pronóstico del tiempo de Tele Sirente, que era la competencia hablaba de un delicioso día libre de nubes.

San Stéfano era una pequeña localidad turística con muchos comercios, un centro comercial, restaurantes y el imponente Museo Catedralicio del Santo Padre, que guardaba importantes pinturas y esculturas de afamados artistas renacentistas. Pudiera ser el objetivo, pero antes de transmitirlo a la policía judicial, debía afinar algo más.

Fue Antonella, sagaz como pocas personas, quién le dio la pista definitiva. Su cuñada la había llamado y en la conversación le señaló como en un momento de las noticias del tiempo a Adelina se le vio claramente un pezón. Fabrizio no lo entendía

-Si es cierto, se le ve un poco el pezón pero esta mujer es pura provocación consentida por la emisora, nada nuevo…

-Se equivoca -le contestó Antonella con una contundencia que sorprendió al propio comisario.

-Señor comisario, en el Museo Catedralicio se encuentra la obra de Tiziano “La Virgen del pezón” la obra más valiosa del museo…no es una casualidad.

La labor de la Policía Judicial y de los Carabinieri fue espectacular y rápida, y los asaltantes fueron cogidos literalmente con las manos en la masa,  reducidos y esposados, resultando levemente herido uno de ellos.

Tres días de interrogatorio fueron suficientes para que “cantaran” la verdad sobre el método e implicaran a la bella Adelina, que resultó ser una de las piezas destacadas de la banda. Tirando del hilo, fue cayendo todo el entramado con ramificaciones incluso en varias zonas del país vinculadas a la prostitución y al mundo de la droga.

La noticia fue titular no solo en los informativos regionales sino también en los nacionales, viniendo periodistas de Roma, de Milán y de otras ciudades para hacer sus crónicas a pie de calle en Cosenza.

Fabrizio y su equipo fueron condecorados por el Superintendente y desde ese día, las noticias del tiempo del Canal 8 de Tele Cosenza se emiten bajo una voz en off masculina.

Como hemos cambiado

La primera vez que vi la puesta de sol desde la Playa de La Lanzada era apenas un niño y no podía valorar la belleza de lo que presenciaban mis ojos. Con los años, sin embargo, he ido admirándola más y más hasta disfrutarla plenamente.

Imagen: Montalleri

A veces con mi familia, otras con amigos, otras en esos veranos de playa y enamoramiento y algunas veces, contigo. Recuerdo especialmente un atardecer, juntos, abrazados bajo el fresco viento del fin del verano, preludio de la despedida.

Cuanto hemos cambiado.

Dicen que la melancolía se alimenta de los cambios, incluso de aquellos que son deseados. Porque la vida es un permanente cambio y es, precisamente, la velocidad de ese cambio la que decide nuestro camino.

Desde que escuché esta canción por primera vez, siempre me ha recordado a ti, así que te la dedico, a sabiendas de que nunca vas a leer este pequeño texto.

Ah! Cómo hemos cambiado
qué lejos ha quedado
aquella amistad.

Así como el viento lo abandona todo al paso,
así con el tiempo todo es abandonado;
cada beso que se dá, alguien lo abandonará.

Así con los años unidos a la distancia,
fue así como tú y yo perdimos la confianza;
cada paso que se dio, algo más nos alejó.

Lo mejor que conocimos,
separó nuestros destinos
que hoy nos vuelven a reunir;
tal vez si tú y yo queremos
volveremos a sentir aquella vieja entrega. Ah! Cómo hemos cambiado
que lejos ha quedado aquella amistad.
Ah! ¿qué nos ha pasado?
cómo hemos olvidado aquella amistad.

Y así como siento ahora el hueco que has dejado
quizás llegada la hora vuelva a sentirte a mi lado
tantos sueños por cumplir, alguno se ha de vivir.

Lo mejor que conocimos,
Separó nuestros destinos
Que hoy nos vuelven a reunir;
Tal vez si tú y yo queremos
Volveremos a sentir aquella vieja entrega.

Ah! Cómo hemos cambiado
Que lejos ha quedado aquella amistad.
Ah! ¿qué nos ha pasado?
Cómo hemos olvidado aquella amistad.

 

Semana Santa: intrahistoria

Imagen: Pixabay

Semana Santa.

Lucía trabaja de lunes a miércoles, pero los niños no tienen colegio.

Y eso es un problema. Su madre se marchó al pueblo el sábado anterior y su ex estaba fuera del país.

Así que le pidió a su hermano si se los podía colocar, en sus horas de trabajo, es decir de ocho de la mañana a tres y media de la tarde.

Pablo, su hermano, accedió encantado. Se llevaba de maravilla con los chavales.

El lunes a las cuatro de la tarde, cuando Lucía fue a casa de Pablo a recoger a sus hijos, se encontró un panorama insólito.

Tanto Pablo como los niños, parecían adormilados, con una enorme y bobalicona sonrisa en la cara, mientras la casa apestaba a marihuana.

-¿Pero, que has hecho con los chicos? Preguntó enfurecida Lucía.

Y Pablo sin perder la sonrisa, le contestó,

-Exactamente lo que me pediste, que los colocara y vaya si están colocados, no veas lo bien que lo estamos pasando.

Reto veneciano

Imagen: Montalleri

Me abrió la puerta el ama de llaves. Viajar a Venecia es un placer. Hacerlo visitando la mansión de Giulia es un lujo.

Allí estaba, pelo corto, predominantemente blanco, ropa informal y sonrisa acogedora. A sus sesenta y ocho años, Giulia Prati Condesa de Acciaioli, estaba radiante. Le besé la mano en un exceso de formalidad que ella rompió para darme un cariñoso abrazo. Tras compartir un delicioso desayuno, Giulia me llevó a la sala donde estaban los cuadros.

Una vez allí, la visión fue espectacular, parecía un museo, todo un lujo para la vista. Y eso era solo una mínima parte de la inmensa colección de obras de la Condesa.

En una habitación anexa, había tres cuadros atribuidos a Caravaggio, Murillo y Giordano. El reto propuesto por ella, era averiguar la situación de esos tres cuadros, para definir cual de ellos era original, o una falsificación o una copia, suponiendo que en verdad realmente hubiera alguno falso. Todo un reto. Para ello disponía de un máximo de ocho horas antes de exponer mis conclusiones.

Así que me puse cómodo y saqué mi instrumental de trabajo. Demostrar que un cuadro es falso es casi tan difícil como demostrar que es verdadero.

Para analizar la originalidad de una pintura, primero debemos observar los diferentes estratos de la obra, básicamente la capa pictórica y el lienzo que la soporta, que deberán coincidir en estilo, técnica y materiales. Si nos enfrentamos a una escena religiosa barroca, como es el caso de los tres cuadros, al dar la vuelta a la pieza, analizando el reverso, debemos observar un lienzo de trama gruesa, de lino natural y de tono parduzco, realizado manualmente. Mucha gente solo ve la pintura y desconoce la importancia del reverso para evaluar la antigüedad de un cuadro.

Con más frecuencia de la que quisiéramos nos encontramos con pinturas de estilo, que son aquellas que se realizan fuera del período histórico que representan y que reproducen las características de la pintura barroca, pero que fueron pintadas mucho tiempo después.  Así en este caso, el lienzo sería de algodón, de trama casi industrial y tono blanquecino. Lo destacado de las pinturas de estilo, es que no se pretende hacerlas pasar por el original. Son copias, algunas de una calidad excelente.

La falsificación es algo totalmente diferente, ya que es un intento de manipulación de la pieza, con un envejecimiento artificial tanto del lienzo como de la capa pictórica, mostrando una firma que obviamente no es original, con el único objetivo final de hacer pasar la obra por lo que realmente no es.

Mi conclusión fue que solo el Giordano era auténtico. El Murillo era una excelente pintura de estilo, obra de un copista de calidad. Pero el Caravaggio, tenía todos los ingredientes para ser una falsificación: envejecimiento artificial del lienzo y capa pictórica y lo más importante, firma extremadamente sospechosa.

Terminado mi trabajo, Giulia me invitó a una espléndida cena, en la que le detallé mis resultados, comprometiéndome a enviarle un informe detallado. Por supuesto no me comentó las conclusiones de los otros expertos a los que había invitado al reto y a los que yo no conocía.

Así eran las reglas: el premio para el ganador era uno de los cuadros que todos hubiésemos coincidido en catalogar, como la mejor falsificación.

Gané este reto en 2.012 y recibí por ello un maravilloso cuadro atribuido a José Ribera, el Españoleto, que preside el salón de mi mansión gaditana.

Un cuadro bellísimo, una falsificación primorosa, ¿una obra de arte?

Charla de altura

Imagen: Montalleri

A poco de despegar de Barajas, mi vecino de asiento, un señor mayor, me dio conversación. No me apetecía hablar, pero me comporté con educación, siguiendo brevemente la charla. El hombre insistía una y otra vez, hasta que me hice el dormido unos minutos.

Sobrevolando Los Alpes, la vista era fantástica. Me sentía relajado, tranquilo, casi feliz. Pero mi vecino de asiento, insistía en hablarme…

-Que maravilla, verdad, es impresionante.

-Sí, le respondí apenas mirándole a la cara.

-Y qué, ¿una visita a Milán por trabajo o por placer?

-Digamos que es un reencuentro.

-Vaya, eso suena bien … tal vez una antigua historia de amor, le advierto que las italianas son muy fogosas, yo lo sé muy bien, dijo pícaramente.

Entonces, le miré fijamente a los ojos, puse una de mis muecas más raras, levanté una ceja, mientras le decía casi en un susurro….

-En realidad, es un reencuentro conmigo mismo, es como una necesidad. Desde que salí de la cárcel en la que estuve doce años por una «nimiedad», me propuse viajar y así lo hice, pero por desgracia volví a recaer y digamos que tuve otro «jaleo» y gracias a mi abogado, me internaron en un psiquiátrico durante seis años más. A punto de salir, agredí al director del centro con un candelabro y regresé a la cárcel, pero esta vez pude escaparme gracias a mis contactos con la mafia de la droga y aquí me tiene, rumbo a Milán, para dar un golpe en una joyeria con mis socios italianos.

El hombre se atusó el escaso pelo, resopló e intentó sin éxito separarse apenas unos centímetros de mí. Cogió una de esas revistas de aviones y se concentró en la lectura, aunque me miraba por el rabillo del ojo, con cierta congoja.

A cambio de mi historia fantástica, me liberé del pelmazo y pude seguir disfrutando del vuelo y de las vistas sobre Los Alpes, relajado y tranquilo.

Ensoñación

Sol ardiente de junio, Frederic Leighton (1830-1896), Wikipedia

Elena se despertó sudorosa y agitada. De inmediato recordó su sueño. Alguien entraba en su cuarto y se acercaba sigilosamente a ella. Intentó calmarse. Miró el reloj, eran las 3:16 de la mañana. Aún le quedaban tres horas hasta que sonara el despertador, así que intentó conciliar el sueño. Le costó, pero finalmente lo consiguió.

A la mañana siguiente apenas recordaba nada. Preparó el desayuno, con café, tostadas, mermelada y zumo de naranja.

Cogió el móvil para leer las noticias, cuando vio que tenía abierta la pantalla con las llamadas y comprobó con sorpresa, que esa madrugada había marcado cinco veces el mismo número.

No recordaba nada.

Intrigada y nerviosa, decidió marcar de nuevo ese número. Sonó tres veces antes de que descolgaran…

-«Bienvenido a su futuro, en este momento todas las líneas están ocupadas, por favor espere y en breve uno de nuestros operadores le atenderá». La espera se hizo interminable, cuando una voz femenina le atendió.

-Bienvenida Elena, le habla Vanessa ¿en qué podemos atenderle?

-¿Cómo sabe mi nombre?

-Bueno, usted nos llama con frecuencia, sabemos muchas cosas de usted, incluso nos envió una foto anoche…

-Perdone, no entiendo nada, ¿esto es una broma? ¿de qué foto me habla?

Y acto seguido abrió su galería de fotos y vio una foto suya totalmente dormida.

-Oiga, ¿quién…quién me ha hecho esa foto?, vivo sola, oiga, ¿esto es una broma pesada?

-No es una broma Elena, es el futuro. Usted nos llama y nosotros le respondemos, es un servicio gratuito…

-Pero y la foto, quién…

-La foto si claro… pero… usted no sale dormida, está casi muerta. Yo le recomiendo que aproveche el día, puede ser el último de su vida.

De repente sonó el despertador y Elena pegó un brinco en la cama, empapada en sudor frío. Joder, todo había sido una espantosa pesadilla, sonrió tranquila, ¡vaya sueño! pensó para sí misma.

Fue al cuarto de baño y cuando se miró en el espejo, no vio su reflejo. Asustada volvió al dormitorio y allí vio su cuerpo en la cama, frío, sin pulso.

Un mensaje entró en su móvil. Lo remitía la tal Vanessa: “por favor, valore su satisfacción con el servicio de futuro, de 1 (mínima) a 5 (máxima) y podrá entrar en el sorteo de una fantástica guadaña de acero”.   

Nombres

Imagen: Montalleri

María, mi madre. Una gran mujer, lista, trabajadora, estudiosa en la universidad de la vida. Siempre dispuesta a todo. Compaginó la casa con su trabajo de dependienta en la tienda de doña Herminia. Y excelente cocinera. Su cocido era famoso entre mis amigos, recuerdo que le encantaba a Nando.

Nando, mi mejor amigo, de siempre. Vecinos y compañeros de pupitre. Crecimos juntos en todos los aspectos, era como un hermano para mí. En los juegos, en los estudios, en las juergas, siempre estaba él. Y además a punto estuvo de ser mi cuñado, porque estuvo saliendo con Nieves.

Nieves, mi hermana, un año menor que yo. Era mi ojito derecho, mi confidente y mi amiga. Además compartíamos la misma pandilla en las eternas vacaciones en el pueblo. Y no teníamos secretos entre nosotros. Por eso le conté lo de Berta.

Berta, amiga de Nieves. Fue con certeza mi primer amor y con el tiempo, mi amor platónico. Estaba colado por ella. Nos quedó una bonita amistad. La veo ocasionalmente y siempre la recuerdo con una sonrisa. A ella y a Juan.

Juan, primo de Berta, todo un elemento. Dos años mayor que yo, era nuestro maestro de la vida. Si teníamos alguna duda sobre el tema que fuese, siempre recurríamos a él. Creo que mezclábamos amistad y admiración a partes iguales. Amigo de Maribel.

Maribel, con el paso del tiempo, mi amiga y compañera. Con quién he compartido mis mejores años. Con quién alcancé lo más parecido a la felicidad. De quién me queda un imborrable recuerdo. Lástima que nuestros caminos se separaran hace un tiempo. Lástima.

Lo voy a dejar por hoy, me duele el cuerpo, estoy agotado y necesito descansar.

Secuelas de la quimioterapia. 

Mañana seguiré con la lista de personas que me echarán de menos cuando me vaya.   

El balón perdido

Imagen: Montalleri

El remate final de Alvarito se fue al techo de la casa de don Gabriel, con tan mala suerte que el balón se alojó entre las tejas.

-Jopé exclamaron los chavales y ahora a ver quién es el listo que llama a la puerta con la mala leche que tiene el señor ese.

Entre todos decidieron que debía ser Alvarito quién corriera con el honor y el riesgo a partes iguales, pues fue su chut el que llevó el balón a las alturas. Así que el chico subió las escaleras de piedra, respiró profundamente y llamó al timbre. Al cabo de varios intentos y cuando ya estaba presto a bajar de vuelta, la puerta de abrió lentamente y apareció la faz malencarada de don Gabriel.

-¿Qué coño quieres chico? Le preguntó sin la menor empatía.

-Es que se nos ha colado el balón en su techo y quería preguntarle si nos podría… pero don Gabriel no le dejó terminar.

-¿Y que pretendes? ¿Qué me suba en una escalera a mis años? Pero si apenas puedo andar… 

-Pero si nos permitiera volver con una y apoyarla para … pero de nuevo don Gabriel no le dejó terminar.

-Mocosos, para qué coño queréis una escalera si sois … a ver…cinco, seis, siete chavales. Cread vuestra propia escalera unos sobre otros. Anda venid, mataos que sois unos mataos, Tú, tú y tú que sois los más grandes a este lado. Y vosotros cuatro que sois más esmirriados enfrente. Vosotros los grandes hacéis de contrapeso y vosotros los esmirriados vais trepando unos sobre otros. Tú enano, dijo dirigiéndose a Juanito, eres el más pequeño, tú subirás al techo y con el palo de la escoba harás mover la pelota hasta que caiga.

Y así lo hicieron no sin cierta dificultad, pero en apenas quince minutos, tenían en su poder la pelota.

Le dieron las gracias a don Gabriel, que ya no les pareció tan fiero como le pintaban.

Han pasado muchos años desde esta anécdota.

Hoy en día, a lo que hicieron los chicos que jugaban al balón se le llama “Trabajo en Equipo” y a lo que hizo don Gabriel se le llama “Gestión del Talento”.

Pero eso, ha existido siempre…

Agosto

Imagen: Montalleri
Imagen: Montalleri

La temperatura es de -5.5ºC. Frío. Hoy es 15 de agosto de 2.041.

Nos abrigamos para salir. Hace un viento helador y la sensación térmica es de -15ºC.

Vamos al cuadrante gamma, sección 65F, a ver una exposición sobre las ciudades sumergidas ante la subida del nivel del mar. Me interesa en especial un lugar llamado Denia. Allí iban a veranear mis abuelos. Denia fue cubierta por completo en 2.032 junto con otras ciudades del litoral.

Dice el abuelo que cuando él era joven, agosto era el mes esencial de las vacaciones, del calor, del sol, también de algunas tormentas, de la playa o de la montaña. Nos ha enseñado fotos antiguas en las que se les ve jugando en la playa. Es increíble.

Hasta el año 2.030 el tiempo fue raro pero mantenía ciertos criterios. Los veranos mezclaban semanas suaves, con otras de un calor asfixiante. Y los inviernos mezclaban igualmente temperaturas suaves, con otras extremadamente frías.

Había años de lluvias y nieves seguidos de otros de una extrema sequía. Y la contaminación se posaba sobre las grandes ciudades, causando dolencias y enfermedades pulmonares, contándose por miles los fallecidos. 

Entonces hablaban del Cambio Climático, pero los políticos de la época nunca hicieron caso de los expertos y ecologistas a los que ningunearon sin pudor, pese a las evidentes pruebas y avisos, que estaba dando el clima.

Fue en el año 2.031 cuando todo empeoró aún más. El invierno fue durísimo en ambos hemisferios alcanzando temperaturas extremas en lugares tradicionalmente cálidos, mientras en los Polos la temperatura era abrasadora. Y comenzó el deshielo y subió el nivel del mar, borrando del mapa muchas poblaciones costeras, ocasionando inmensos flujos migratorios hacia el interior. 

Desaparecieron la primavera y el otoño como se concebían por estas tierras y fueron sustituidos por un verano asfixiante de casi seis meses, al que siguió un invierno helador de otros seis meses. Los mandatarios mundiales se reunieron en Naciones Unidas pero fueron incapaces de entender el fenómeno y menos aún de buscar soluciones.

En 2.033 ya no hubo estaciones y la oscilación térmica en algunas ciudades era de hasta 40ºC en un solo día. Los cielos estaban cubiertos de unas nubes amoratadas que provocaban tormentas secas con gran aparato eléctrico. La agricultura no pudo soportar estos vaivenes y la producción cayó en picado. Y la fauna tampoco resistió, perdiéndose para siempre muchas especies animales.

El consumo energético se disparó hasta límites inviables. La gente entró en pánico, los sistemas de producción colapsaron, quebraron muchas empresas y la economía sufrió una crisis apocalíptica. 

Y entonces comenzaron las revueltas, los saqueos y el estado de sitio en todas las ciudades, en todos los países…

El resto de la historia, ya la conocéis…

Arenga

Imagen: Montalleri

 

Compañeros y compañeras: de vosotros depende el prestigio de la institución. De vuestro esfuerzo y trabajo. De vuestra dedicación y valor. Sé que es duro, pero es vuestro deber.

En apenas una hora, se abrirán las puertas del centro comercial y hordas de compradores comenzarán a utilizaros. Me consta que no todos harán buen uso. Por fortuna la mayoría será prudente con vosotros, pero habrá excepciones como siempre.

Mujeres y hombres, que os llenarán a rebosar y os someterán a una prueba de resistencia enorme. Otros os conducirán sin medición ni control, por no hablar de los niños y niñas para los que seréis un juguete ante la permisividad de los padres.

Pero es entonces, en las condiciones más adversas, cuando habréis de comportaros con toda vuestra valentía y fuerza. Tendréis que rodar con dignidad, evitando escoraros a izquierda o derecha.

Sé que no todos superaréis la prueba, pero habéis de saber que no estáis solos y que, si sufrís daños, seréis reparados por el servicio de mantenimiento, bajo mi propia supervisión.

Estad pues tranquilos y salir al centro comercial conscientes de vuestra labor, de vuestro momento.

Y pensad que ese momento no es de quiénes os empujan, sino de vosotros mismos.

Compañeros y compañeras…

-¿Estáis conmigo?

-Síiiiiiiiiiii

-¿Vais a mostrar vuestra valía?

-Síiiiiiiiiiii

Ánimo valientes, el destino está aún por escribir y en él nos esperan páginas gloriosas.

Suerte y que lo rodéis bien.

Nos vemos en dieciséis horas.