
Me abrió la puerta el ama de llaves. Viajar a Venecia es un placer. Hacerlo visitando la mansión de Giulia es un lujo.
Allí estaba, pelo corto, predominantemente blanco, ropa informal y sonrisa acogedora. A sus sesenta y ocho años, Giulia Prati Condesa de Acciaioli, estaba radiante. Le besé la mano en un exceso de formalidad que ella rompió para darme un cariñoso abrazo. Tras compartir un delicioso desayuno, Giulia me llevó a la sala donde estaban los cuadros.
Una vez allí, la visión fue espectacular, parecía un museo, todo un lujo para la vista. Y eso era solo una mínima parte de la inmensa colección de obras de la Condesa.
En una habitación anexa, había tres cuadros atribuidos a Caravaggio, Murillo y Giordano. El reto propuesto por ella, era averiguar la situación de esos tres cuadros, para definir cual de ellos era original, o una falsificación o una copia, suponiendo que en verdad realmente hubiera alguno falso. Todo un reto. Para ello disponía de un máximo de ocho horas antes de exponer mis conclusiones.
Así que me puse cómodo y saqué mi instrumental de trabajo. Demostrar que un cuadro es falso es casi tan difícil como demostrar que es verdadero.
Para analizar la originalidad de una pintura, primero debemos observar los diferentes estratos de la obra, básicamente la capa pictórica y el lienzo que la soporta, que deberán coincidir en estilo, técnica y materiales. Si nos enfrentamos a una escena religiosa barroca, como es el caso de los tres cuadros, al dar la vuelta a la pieza, analizando el reverso, debemos observar un lienzo de trama gruesa, de lino natural y de tono parduzco, realizado manualmente. Mucha gente solo ve la pintura y desconoce la importancia del reverso para evaluar la antigüedad de un cuadro.
Con más frecuencia de la que quisiéramos nos encontramos con pinturas de estilo, que son aquellas que se realizan fuera del período histórico que representan y que reproducen las características de la pintura barroca, pero que fueron pintadas mucho tiempo después. Así en este caso, el lienzo sería de algodón, de trama casi industrial y tono blanquecino. Lo destacado de las pinturas de estilo, es que no se pretende hacerlas pasar por el original. Son copias, algunas de una calidad excelente.
La falsificación es algo totalmente diferente, ya que es un intento de manipulación de la pieza, con un envejecimiento artificial tanto del lienzo como de la capa pictórica, mostrando una firma que obviamente no es original, con el único objetivo final de hacer pasar la obra por lo que realmente no es.
Mi conclusión fue que solo el Giordano era auténtico. El Murillo era una excelente pintura de estilo, obra de un copista de calidad. Pero el Caravaggio, tenía todos los ingredientes para ser una falsificación: envejecimiento artificial del lienzo y capa pictórica y lo más importante, firma extremadamente sospechosa.
Terminado mi trabajo, Giulia me invitó a una espléndida cena, en la que le detallé mis resultados, comprometiéndome a enviarle un informe detallado. Por supuesto no me comentó las conclusiones de los otros expertos a los que había invitado al reto y a los que yo no conocía.
Así eran las reglas: el premio para el ganador era uno de los cuadros que todos hubiésemos coincidido en catalogar, como la mejor falsificación.
Gané este reto en 2.012 y recibí por ello un maravilloso cuadro atribuido a José Ribera, el Españoleto, que preside el salón de mi mansión gaditana.
Un cuadro bellísimo, una falsificación primorosa, ¿una obra de arte?
Desde luego hay que tener mucho talento para copiar un cuadro y que no se note la diferencia… Así que yo diría que sí es una obra de arte.
Un abrazo
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Talento es preciso, luego está al servicio de qué se pone ese talento. Una copia muestra talento, aunque como señala Carlos, carece de inspiración original. Pero una falsificación es un delito, por muy buena que sea. De hecho las hay espectaculares. Un abrazo Luna que ya huele a finde y a semana santa.
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Que historia más interesante e instructiva. Y que difícil tiene que ser dar un cuadro por original o por falsificado. Pasarme por tu blog es genial porque siempre me sorprendes con los temas. En fin que me ha gustado mucho. Besos Carlos.
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Sabes que ha habido falsificadores muy famosos, incluso de calidad. Es un mundo apasionante sin duda. Me alegra que me digas que te sorprendo. Gracias por tu visita, un abrazo.
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Es bello, requiere una enorme trabajo técnico y una extensa formación académica, pero ni es ni será arte, porque carece de la inspiración original. Un abrazo.
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Así es Carlos. Y eso hablando de copias. Porque si hablamos de falsificaciones, pasamos directamente al ámbito delictivo, como intento explicar en el texto. Buen viernes y un abrazo.
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Como creo entender del texto, copiar un cuadro, está aceptado, no hay ánimo de engaño. Es una copia y punto. Recuerdo de niño, la de copistas que había en El Prado. Si bien como dice Carlos, no existe la inspiración original. Sin embargo una falsificación es un delito y por eso jamás puede ser considerada como arte.
Un texto muy conseguido Carlos. Un abrazo.
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Yo también recuerdo los copistas de El Prado, que tiempos. Ignoro si sigue habiendo. La última vez que estuve, no los ví. La consideración de arte no admite medias tintas. Una falsificación puede ser espectacular pero no es una obra de arte. Me alegra que te gustara el post. Un abrazo Miguel.
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Sigue habiendo copistas, pero se admiten apenas unos 30 al año, mucho menos que cuando tu y yo éramos chavales. Hace falta un permiso especial y hay incluso un registro oficial de copistas.
Te paso este enlace muy interesante
http://artworldlaw.com/es/una-normativa-para-los-copistas-del-prado/
Un abrazo.
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Que artículo tan interesante. Muchas gracias.
Buen finde ¡¡¡
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Me ha gustado la frase «demostrar que un cuadro es falso es casi tan difícil como demostrar que es verdadero».
No tenía ni idea de todo lo que hay que analizar para averiguar si una obra de arte es auténtica, copia o falsificación. Muy interesante.
La foto preciosa 🙂
Un abrazo, Carlos.
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Fíjate Paloma si es difícil demostrarlo, que he leído que un ex director del Metropolitan de Nueva York dijo que acerca del 40% de las obras del mercado del Arte, se tienen dudas sobre su autenticidad. Incluso el hecho de tener las certificaciones pertinentes, no es una garantía plena. Me alegra que te haya parecido interesante. Es un post diferente a lo que suele ser mi estilo y me lo he currado un poquito 🙄😉
Un abrazo y a por el finde que no queda nada.
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Es que en Venecia cualquier foto es preciosa…
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Dan ganas de ir a casa Iuliana…con o sin cuadro. Y tienes que tener un gran ojo para ese trabajo. Ser un observador nato del detalle. Enhorabuena.
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En general dan ganas de visitar Venecia siempre. Sin duda hay que tener un ojo experto y mucho trabajo para esta profesión que me parece tan compleja como apasionante.
Gracias por tu visita, un abrazo y buen finde.
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Picasso pintó más de veinte cuadros de » Mujer llorando» son practicamente iguales , tienen muy poca diferencia : del tono de la pintura o de la cantidad de lágrimas . Todos son verdaderos . Sin embargo, ¿ se puede considerarlos como un arte? ¿O es una elaboración » industrial»? ¿ O es una falsificación del primer cuadro, la «falsificación» hecha por el mismo autor? Muy buena es tu entrada. Un abrazo.
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Picasso tenía sus propias obsesiones y la mujer que llora fue una de ellas. Siempre hubo matices que diferenciaban un cuadro del otro. Y lo más importantes, todos son originales y valiosos. Gracias por tu visita y tu interesante reflexión. Feliz domingo.
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Casi creo que además de escribir te dedicas a verificar la autenticidad de cuadros pictóricos… Mencionas tantos detalles lo mismo que un experto. ¡Preciosa la foto, además!
¡Abrazos!
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La verdad es que es una temática que me interesa pero como aficionado al arte y sus misterios. Reconozco que este texto me lo he trabajado un poquito más. En cuanto a la foto, en Venecia es imposible sacar una foto fea. Me gusta fotografiar detalles. Me alegra verte por aquí.
Un fuerte abrazo.
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Me sorprenden siempre tus textos.
Me ha gustado mucho los detalles de cómo verificar si un cuadro es auténtico o falso.
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Talento para pintar, para copiar y para escribir como escribes amigo… te empapas de cada detalle para transmitir sensaciones geniales y conocimientos. Un abrazo fuerte
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Gracias José Carlos. Valoro tus palabras. Este texto es diferente a lo habitual en mi blog. Me llevó algo de tiempo, cerrar el post, pero es una materia que me encanta. Un abrazo.
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Pues me ha gustado mucho.
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