Abrió los ojos en medio de un fuerte dolor de cabeza. El despertador marcaba las once de la mañana. ¿Cómo era posible que hubiera dormido solo cuatro horas? La reunión de amigos del viernes terminó cerca de las siete de la mañana y Pablo cayó rendido en la cama. El dolor de cabeza era en realidad una profunda resaca.
Penosamente Pablo se levantó de la cama. El salón apestaba a tabaco y a otros olores indeterminados. Estaba lamentable, vasos, botellas, ceniceros, sillas volcadas, platos con restos de comida, manchas sobre la alfombra…
La cocina no presentaba mejor aspecto y todo eso habría que limpiarlo hoy… que espantosa pereza. Entonces se fijó en el reloj de la cocina que también era calendario.
No. No había dormido cuatro horas sino veintiocho horas seguidas. Eran las once de la mañana del domingo. Eso pareció tranquilizarle.
Desde que Laura se marchó de casa, su vida había dado un giro peligroso hacia la permanente dejadez en todos los ámbitos. Aún recordaba la última vez que se vieron hacía apenas un mes, en la cafetería de la esquina:
– Tienes que decidir que va a ser de tu vida Pablo, yo estoy dispuesta a ayudarte, pero la decisión es tuya.
– No quiero decidir nada, no quiero cambiar nada, estoy bien así.
– Bien Pablo, veo que ya has decidido, porque no decidir es en si misma la peor de las decisiones que podías tomar, allá tú.
Maldita idiota pensó Pablo, mientras el corazón latía intensamente en sus sienes, siempre estaba dándole instrucciones.
Y acto seguido, comenzó a buscar la cafetera escondida tras una maraña de botellas, platos y desperdicios.
Imagen: https://pixabay.com/es/
La desidia es tan adictiva como el tabaco. Y cuándo cuesta dejar algo, ¡cómo calma la conciencia poder echarle la culpa a alguien! Un abrazo, Carlos.
Me gustaLe gusta a 4 personas
Tanto la desidia como echarle el muerto a otro, no son buenas consejeras. A veces hay que caer muy al fondo para poder volver a salir, pero eso es un largo proceso. Y con suerte merecerá la pena. Un abrazo Carmen.
Me gustaLe gusta a 2 personas
No tienen ni idea los que tanto saben de lo que deben hacer los demás.
Tan agusti se ha quedado… hasta que la mirada le coma
😂😂😂
Me gustaLe gusta a 4 personas
Recuerdas eso de «consejos tengo que para mi no vendo». Ni más ni menos. Y eso está siempre actualizado. Yo creo que en este micro Laura tiene buena intención, pero el prota está en pleno proceso de reconocimiento de lo que le sucede. Supongo que eso de «hasta que la mirada le coma» es en realidad «hasta que la mierda le coma»🙄 es lo que tiene hablar idiomas que hasta eso lo entiendo😉 Lo malo es que la mierda come terreno con mucha facilidad. Un abrazo Margui
Me gustaLe gusta a 2 personas
Claro que tenía buenas intenciones. De lo que no se daba cuenta es que él con ella no quería seguir siendo. La mierda lleva más velocidad que la felicidad… hay que ponerla al ralentí y dejarla distraída 😴😴😴
Besos Csrlos 💋💋💋
Me gustaLe gusta a 1 persona
Había oído eso de no mezclar la velocidad con el tocino, pero que la mierda lleva más velocidad que la felicidad, es algo que me deja anonadado😳 Meditaré sobre ello. Besos Margui.
Me gustaLe gusta a 1 persona
La mierda te come por los pies como te descuides. La felicidad va despacio, en un vaivén. Cuando has avanzado tres pasos, retrocedes dos y vuelves casi a empezar.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gusta tu filosofía 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
No creo que nadie le mire entre tanta mierda. Verdad? jajaja.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muy agudo Carlos 😉😜
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ni le toque… y ya ves, cuanta más mierda hay, más solo está. Es lo que tiene cuando hay que empezar a limpiar
Me gustaLe gusta a 2 personas
Esto me recuerda que tengo el taller manga por hombro, Con tantas reparaciones pendientes no hay manera de mantener el orden. Un día me perderé y no me encontraré nunca.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Espero que eso no suceda, de lo contrario tendremos que ir al rescate !!
Me gustaLe gusta a 2 personas
-A veces las peores decisiones se convierten en las mejores historias – nunca se sabe. Tambien a veces el tiempo todo se arregla sin nuestra intervención. A veces hay que tocar el fondo para tomar la decisión. Hay un montón del » a veces»…es decir que tu Pablo tiene que decidir el mismo’¡ Otra vez…decidir! ! Malditas decisiones!
Me gustaLe gusta a 2 personas
En eso tienes razón, las decisiones marcarán el devenir futuro y no es algo matemático el acertar o no, puede que lo que parezca malo, a la larga puede ser beneficioso. Lo importante es que lo que se haga, sea con convicción y sentido común. Y si es con un poco de acierto en la decisión, aún mejor. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
En mi opinión, no decidir puede parecer cómodo, pero solo lo es a corto plazo. Decidir es tomar las riendas de tu vida.
Decidir limpiar la casa ya es un comienzo 🙂
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 3 personas
La frase de Laura en el texto, es tan lapidaria como certera, no decidir es la primera decisión y eso tiene consecuencias. Tienes razón quién toma decisiones, toma sus riendas. Y ya si limpia la casa ni te cuento😉
Un abrazo Luna.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Es Pablo el que tiene que decidir sobre su propia vida, pero tiene que hacerlo cuanto antes. Coger el toro por los cuernos es difícil pero a veces no hay mejor opción si se quiere salir del bache. Has tocado un tema que conozco. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Así es, cuanto antes mejor y no dejarse llevar por la desidia. Pero conocemos casos donde eso no es nada fácil. Lleva su tiempo reconocer la situación y los posibles errores cometidos. Aunque eso es el comienzo. Un abrazo Miguel.
Me gustaLe gusta a 1 persona
La negación del problema es el primer síntoma de la seriedad del mismo. El Pablo este puedo ser yo mismo, si no fuera por la resaca, eso, al menos, lo tengo superado 🙂
Buen relato reflexivo de a donde podemos llegar si no ponemos de nuestra parte y rechazamos la ayuda.
Saludos Carlos
Me gustaLe gusta a 2 personas
Creo que en algún momento muchos hemos tenido algo de este Pablo. Reconocer nuestras debilidades o errores no es sencillo, pero es el único camino posible para recuperarse. Y si además contamos con la ayuda de alguien cercano, es una suerte que hemos de apreciar. Un abrazo JM.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Aprender y aceptar ayuda es la única forma de salir de estas situaciones. Al principio pueden ser placenteras pero luego se es esclavo de ellas.
Saludos Carlos
Me gustaLe gusta a 2 personas
Totalmente de acuerdo 👍
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ojalá encuentre pronto la cafetera😎
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y de paso, que se encuentre a si mismo, tampoco estaría mal. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Eso lo tenemos todos más difícil (lo de encontrarnos) aún teniendo la casa limpia 😉😙
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues tienes razón …
Me gustaMe gusta
Creo que el desorden y la suciedad son un síntoma de llevar una vida parecida. Un abrazo.
¡Con el gustito que da ducharse en un baño limpio!
Me gustaLe gusta a 1 persona
El desorden lo es en todas las facetas, aunque ordenar la propia vida es lo más importante. Y si de paso se da una ducha 🙄 Ni te cuento. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si así quedó la cocina no quiero ni saber el baño…
Me gustaLe gusta a 1 persona
¿Por qué crees que en el texto no dice nada del baño? Precisamente porque quedó «mu malamente» 🙄 Y prefiero no dar detalles 😬
Un abrazo Paula.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha dado cierta envidia eso de dormir 28 horas seguidas. Me encantaría hacer eso en estos momentos, jeje… Tomar decisiones a menudo es difícil, pero hay que hacerlo, de lo contrario tu vida puede convertirse en un caos como le ocurrió a tu personaje. Como ves, conseguí sacar un rato para pasarne por la blogosfera 😉. Un abrazo!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo es que soy de poco dormir, 6 horitas y como una lechuga 😃 Siempre hay que decidir, tomándose su tiempo pero siempre teniendo las riendas de nuestra propia vida. Qué bien volverte a ver por aquí.😉 Un abrazo Mayte.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué asquete! Entre el tabaco, el alcohol y sus restos… me imagino esos olores indeterminados! jajajaja
Llega un momento que esos desmadres solo forman parte del pasado y con ganas de que siga así 😉
Abraçada, Carlos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Claro, por eso los llamé indeterminados, vete tú a saber😳
Esa vida no puede mantenerse así mucho tiempo. Hace falta reaccionar. Espero que el prota lo haga. Abracada Lidia😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
El desorden es un signo de su situación. No encontrar una cafetera siendo algo que se usa de forma habitual demuestra el follón que tiene en su vida y en su cabeza.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tal vez lo de la cafetera sea el ejemplo extremo de lo que sucede cuando se empiezan a perder las riendas de la vida. Recuperarlas es primordial para no caer en un pozo aún mayor.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Ufff mala pinta tiene el asunto. Un caos de vida personal. Lo mismo llega un día que ni se encuentra. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
La desidia y la frustración unido a no dejarse ayudar, es un cocktail nefasto. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esta historia me ha recordado a un buen amigo mío cuando se separó. Tenía la casa tal cual y toda esa mierda tambien se reflejaba en él nada más verlo. Estaba tan echo polvo que creiamos que no lo superaría. No todas las personas van al ritmo, algunas despiertan antes otras despues. Lo importante es poder salir del fango y volver a rehacer la vida. Y sí, los consejos en boca de la persona que te deja, sobran y caen como el ojete.
besos, Carlos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es que el post se ha basado en una historia verdadera si bien con algunos matices. El dolor cada uno lo sufre y lo lleva a su manera. No hay una pauta estándar en estos asuntos del corazón y mejor así, porque las emociones no deben ceñirse a esquemas. Lo de los consejos, puede ser una ayuda o puede convertirse en un problema que acreciente la situación, pero es cierto que recibidos de quién te acaba de dejar, dudo que sea lo más apropiado y práctico. Un abrazo Mukali y buen fin de semana.
Me gustaLe gusta a 1 persona