No pudo seguir adelante sin ella y mira que lo intentó, pero todo se le hacía cuesta arriba.
Se creía dueño de sus actos, de su tiempo, pero la cruda realidad le sorprendió y le dolió.
Finalmente presa de pánico decidió poner fin a su sufrimiento.
Y bajó al centro comercial a comprar de inmediato otra televisión.
jejejeje Mira que me has engañado hasta el final, veía un suicidio o algo así de trágico y me sales con la tv. Yo que no la miro para nada!! jajaja
Muy bueno, Carlos. Una abraçada 🙂
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Me alegra haberte sorprendido esa era la idea 😉 con un poco menos de drama.
Oye Lidia tu comentario fue el primero pero acabo de encontrarlo como spam, te he visto de casualidad, significa eso que sigues con problemas? Vaya lata
Ánimo y un abrazo
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😦 Sigo con los problemas y ahora además soy persona non grata para WP, todos mis comentarios pasan por la carpeta de spam… Lo avisé en el blog, pero no lo debiste ver.
Gracias, Carlos. Un abrazo de vuelta.
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Cualquier coincidencia con la realidad es matemáticamente correcta. La tele engancha. Un día le quitaran el botón de apagado. Jajaja. Un abrazo.
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Para algunas personas la tele es como un miembro más de la familia. Pero para el protagonista del micro, creo que era como una medicina contra la soledad, eso también cuenta y desconcierta.
Un abrazo Carlos.
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Jajajaja, eres tremendo. Un golpe de efecto bueno-bueno de verdad. Ole.
Sí, son muchos los que sucumben ante el hechizo de la caja tonta.
Abrazo
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Gracias John, podía ser la televisión o podía haber sido cualquier otro elemento. Lo que esta claro es que la vida sin la compañía del televisor se le hizo imposible. Cuestión de prioridades supongo.
Un abrazo.
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Yo no la veo, pero si me quitas el portátil me da algo. Los demás en casa sí que la ven.
Pensaba en qué podría ser pero no lo he visto venir. Muy bueno.
Un abrazo.
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A mi me sucede algo parecido, la tele ha pasado a un segundo plano frente a otros dispositivos a mi juicio más prácticos, pero siempre reconoceré el impacto que aún sigue teniendo el televisor en los hogares.
Un abrazo Luna.
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Asocio la tele a ciertos momentos, aunque no la vea… hace ruido y acompaña. Sobre todo cuando desearías estar acompañada y comentar lo que ha pasado en el día, cómo te sientes, si has tenido algún problema en el trabajo o con los chicos.
Un abrazo.
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Fiel compañera la tele, acompaña siempre y aunque no sustituya a las personas, se oye y es como el barullo que otros no hacen. No sé si es tu caso, pero hay personas que lo primero que hacen al llegar a casa es poner la tele. Quizás el protagonista de mi micro era de esas personas….
Un abrazo Estrella.
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Los días de trabajo, cuando llego a casa ya está puesta. Los días de fiesta, si estoy sola, por las mañanas no la echo en falta, tengo mi cabeza en otras cosas, pero en el momento que me siento a relajarme un poco, la pongo, aunque a veces me pregunten y no sepa ni lo que están poniendo…
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Recuerdo que en casa de mis padres estaba puesta casi siempre lo curioso es que a menudo, nadie la estaba viendo …
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Compañera de unos cuantos, hace ruido pero no molesta, y ahora que vienen inteligentes hasta se conectan (pero si ando inspirada y todo).
Nosotros tenemos dos de ellas, ambas utilizadas para fines lúdicos.
Abrazo, Carlos.
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Así es, fiel compañera como acabo de escribir en el comentario anterior y ahora con todas las facilidades de conectividad y las plataformas digitales, se convierte en una extensión del ordenador. Pero en el fondo del relato subyace una sensación de soledad de tristeza amarga, que el protagonista no puede resistir. Y es que la tele acompaña mucho. Un abrazo Paula
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Comencé la lectura e inmediatamente surgió en mi imaginación la imagen de una mujer ausente; pero el final me traía una sorpresa…
¡Qué bien lo has conseguido, Carlos! ¡Me gustó mucho! 😀
¡Un gran abrazo! 😊 😊 😊
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Bueno…las añoranzas pueden ser muy variadas y la soledad compleja. Me alegra haberte sorprendido, esa era la intención 😉
Un abrazo Sara😊
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¡Muy bueno, Carlos! En casa hemos «tirado» la tele hace años, pero estamos enganchados a la radio (en su versión convencional y web). Creo que si me quedara sin ella, también pondrá fin a mi sufrimiento con una medida tan drástica como la de tu protagonista. Un abrazo.
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A mi me pasaría lo mismo sin ordenador, me sentiría como desnudo. Hay un matiz del texto que refleja también la compañía de la tele frente a la soledad.
Un abrazo Carmen.
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En ese momento encontró ese artilugio terapéutico, mañana puede elegir otro … y final inesperado con lo que vi a primera vista 👏👏👏
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Terapias ante el aburrimiento y ante la soledad que es peor. Me alegra sorprenderte con el final inesperado.
Un abrazo 😉
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Sí, terapias, parches y remiendos …
Un abrazo Carlos
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Como en una prenda de vestir es util poner un parche, también en nuestra vida puede serlo, siempre y cuando sepamos que ese parche es provisional.
Upsss me pillas filosófico en este domingo nublado.
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Oye, que la filosofear a veces va bien!
Me gusta mucho eso de que ‘siempre y cuando sepamos que el parche es provisional’ … me lo voy a pensar, a veces los dejo demasiado rato 😊
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Es que poner el parche nos parece hasta lógico, pero quitarlo ya es otra historia, nos da pereza, somos cómodos o incluso surgen miedos extraños. Por cierto Úrsula, cual es tu nombre?
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Quitarlo es otra cosa, sí!
Úrsula o Ursilina (este último es el que usaba mi padre)
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La caja tonta, como solemos llamarla. Me sorprendiste y me encantó. Besos a tu alma.
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La caja tonta aún siendo tonta también puede ser de ayuda.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo Maria del Mar.
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Jaaajjjj Buenísimo!!!!!!
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Genial, me alegro.
Besacos 😉
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¡Jjajajajaja!
¡Pobre inutil, tu protagonista!
Yo, desde que tengo el móvil, ya no me hace falta ni la tele (ni la vida) 😉
Un abrazo, Carlos!
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Bueno, no deja de ser un reflejo de la dependencia que tenemos de todo tipo de aparatejos. Yo si me quedo sin internet me da el soponcio jajaja. Un abrazo Xibeliuss
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jajaja. Esposado, encadenado a esa tele. Añoranza grande. Un abrazo
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Hay muchas y variadas cadenas, quizás mayores cuanto mayor es la soledad.
A mi la tele me da lo mismo, pero mi ordenador es sagrado jajaja
Un abrazo.
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Una tele, un móbil, un ordenador, una consola…nos mandan, nos apoderan, nos obligan y nosotros …hablando de Libertad con mucha pasión siendo sus esclavos . Besos
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Este microrelato me parece una genialidad, en serio.
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Gracias por tus palabras Nati y bienvenida al blog.
Un abrazo.
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Lo he recomendado en mi Facebook
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😉
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