lykánthropos (λυκάνθρωπος)

En la entrada anterior a esta, os hablé sobre las sensaciones de complicidad que me produce un gato negro con el que me cruzo con frecuencia y que me mira fijamente y se estira coincidiendo exactamente con mi bostezo. Es tan curioso como inquietante.

Por eso algun@s de vosotr@s, como Mayte, Sadire o Carlos, habéis insinuado que podría ser mi alter ego.

Con esos pensamientos y antecedentes me da un poco de miedo contaros mi gran secreto, aquello que me sucede en las noches de luna llena, cuando mis mandíbulas crecen junto con unos colmillos enormes que se afilan solos y mi cuerpo se llena de pelo a la par que se ensancha musculosamente…porque eso es lo que realmente me sucede…

Eso explica que, si habéis observado, jamás publico entradas en las noches de luna llena… porque suelo estar muy ocupado.

 

Autor: Montalleri

Ahorremos explicaciones, nunca emociones

41 opiniones en “lykánthropos (λυκάνθρωπος)”

  1. Creo que puedes aprovechar esa cualidad para obtener un suplemento económico. Un ejemplo veraz lo puedes encontrar en la biografía de Romasanta, o lobisome sacahuntos, famoso paisano que traficaba con telas el la comarca y manteca humana para elaborar cremas hidratantes de Portugal. Hoy mejor saludo sin abrazo.

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    1. Carlos, me descubro, eres un pozo de sabiduría. Acabo de consultar la historia de Romasanta y sinceramente es espeluznante. Yo si te envío un abrazo, porque hoy … no hay luna llena y por tanto, no muerdo😜😝

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    1. Tú fíjate y verás que es cierto, nunca escribo con luna llena.
      En cuanto a si puedo dejar comentarios en otros blogs, ahí me has pillado, tendré que consultar el «Manual del Buen Licántropo» a ver que dice. Un abrazo 😝😉(que hoy no muerdo)

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    1. Hola Claudia, pues no conozco esa costumbre del séptimo hijo varón. Que interesante. Indagaré un poco al respecto. Celebro arrancarte una sonrisa.
      Y gracias por tu efusividad, ahora que algunos me niegan el abrazo por si les muerdo jajajaja

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  2. ¡Ja,ja,ja! ¡No me esperaba ni imaginaba esta confesión, Carlos! ¡Y todo comenzó a causa del gato negro!
    A cuidarse todos aquellos enamorados de la luna llena. Te has vuelto peligroso; pero ya estamos avisados.
    ¡Un abrazo!

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    1. Fíjate lo que da de sí la historia del gato negro que me hizo sincerarme con vosotros.
      De todas formas no te preocupes, a mí de siempre me ha encantado la luna llena y dudo que vaya a morder a los enamorados a los que ilumina con su luz nocturna.
      Un abrazo Sara

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      1. ¡Pobre de mí! ¡ilusa! Creía que ese gato salia a tu encuentro para absorber tu mala energía… Agotará sus siete vidas y los colmillos en luna llena continuarán apareciendo…

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  3. 😅😅😅 Esto… Un placer, Carlos! Siempre es agradable conocer gente diferente y tal… Jajajaja Espero que las noches de luna llena no salgas de la sierra 😉 Buenos días! Una abraçada

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    1. Es lo que tiene sincerarse Lidia que ahora vais a pensar que os perseguiré las noches de luna llena.
      Tampoco tienes que preocuparte, porque vivimos lejos aunque en cuanto se perfeccione lo de teletransporte puede pasar de todo 😳😉
      Una abracada

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  4. jajaja…
    Me ha encantado, Carlos, lo bien que has enlazado una historia con la otra, el desarrollo del relato, el sorprendente final, tanto que al final me he ido a leer también el «Cruce de miradas».
    Dos relatos geniales.
    Un saludo.

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