La primavera visitó el invierno hace unas semanas. Lo suficiente para que los almendros floreciesen.
Y claro, el invierno ha devuelto con cortesía la visita, al inicio de la primavera. Lo suficiente para que los almendros pierdan sus flores.
Hace apenas unos días, mientras se hacía el café y después de tomarme mi medicación para la alergia primaveral, corrí la cortina de la terraza y me llevé esta sorpresa.
Más allá de lo anecdótico, la naturaleza sigue su ritmo a veces alocado pero seguro que lógico.
Ya lo dijo Aristóteles “La naturaleza no hace nada en vano”.
Creo que deberíamos tenerlo muy en cuenta…
El tiempo está loco!! Aquí lleva todo el día diluviando ☔☔ Alguien puede decir que en primavera suele llover y es cierto, no sería raro, si no fuera porque esta lluviava acompañada de un frío de mucho cuidado!!
En fin, como dices, hay que tenerlo en cuenta, porque si el tiempo está loco, por algo será!
Una abraçada, Carlos! 😊 😘 🌟
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Creo que el ser humano es muy responsable de la locura del tiempo y sus consecuencias, porque casi nada es casual en un cruce de estaciones que nos confunde😳 Así que abrígate aunque es posible que en unos días puedas tomar el sol 😉 Buen finde y un abrazo.
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Oh, qué bonito! Este invierno he visto nevar menos de lo normal y lo he echado en falta. ¡Buenas noches!
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Es que este invierno ha sido como una montaña rusa, de la nieve a la playa en apenas unos días y eso no es normal. Gracias por comentar Luna y un abrazo.
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Lo llamativo no es tanto que nieve en primavera, yo he visto nevar en abril y tú también, lo llamativo es el dislate total con las temperaturas que suben o bajan veinte grados en apenas 48 horas, esa locura es consecuencia indudable del cambio climático que estamos provocando aunque algunos se empeñen en decir que todo eso es mentira. Un abrazo.
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Basta ver las estadísticas climatológicas de los últimos veinte años para comprobar la realidad del cambio climático y del calentamiento global que son conceptos relacionados pero diferentes donde este último está afectado por comportamientos humanos determinantes. Esas variaciones de temperaturas que mencionas son una muestra evidente. Buen finde Sabius.
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Es una agradable sorpresa, salvo para los frutales. Pero si he de ser sincero fue más extraño el episodio de calor que caiga una nevada en Marzo. La más atrasada en ésta ciudad, que recuerde, fue el seís de Junío de 1978. ¿Porqué será que siempre el tiempo nos parece inadecuado? Un abrazo.
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En efecto Carlos, que nieve en primavera no es raro, pero las variaciones de temperatura tan fuertes si lo son. Sin ir más lejos el viernes pasado anduve en mangas de camisa a las 20h y esta mañana he salido de casa bajo los copos. Algo está sucediendo, de hecho hay cambios observados desde los años 60 del siglo pasado que no tienen precedentes en siglos. Como cito en el texto, ya lo dijo Aristóteles sobre la naturaleza. Un abrazo
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Es triste que por nuestra poca consciencia la naturaleza sufra las consecuencias.
Así como se han muerto esas flores de almendro, las que ya no darán esas deliciosas almendras, hay muchas más secuelas. Los productos agrícolas experimentan alza en sus precios y eso afecta a todos.
Una belleza visual que tiene un fondo oscuro.
Sabes, no conozco la nieve, debe ser hermoso contemplarla.
Te deseo un bello fin de semana, Carlos.
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Hola Viviana, la realidad es que la naturaleza va dejando avisos, algunos son una curiosa anécdota pero otros son mucho más serios, como las recientes inundaciones en Perú, las habituales en el sudeste asiático, la desaparición de glaciares, la subida de temperatura global, etc… por no hablar de la fuerza de volcanes y tsunamis. La naturaleza no tiene caprichos. Pero el ser humano sí. Espero que algún día conozcas la nieve, que alcanza su esplendor en el campo, en la montaña, no tanto en las ciudades donde suele ser un problema. Encantado de verte por aquí, un abrazo y disfruta del fin de semana.
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Pues quizás deberían dejar de visitarse la primavera y el invierno. Que cada uno se quede en su espacio nos vendría mejor a todos. Pero la culpa no la tienen las estaciones. En fin, me da miedo pensar lo que se encontrarán nuestros hijos de mayores con este planeta destrozado. Besos, Carlos
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Hola Mayte, yo creo que primavera e invierno siempre se han llevado bien, pero no con estas oscilaciones tan grandes en apenas días. Tienes razón que el miedo nos lo tiene que dar el planeta que van a heredar nuestros hijos. Ayer en otro comentario, decía que ha habido cambios climáticos en los últimos 60 años que no tienen precedentes en siglos y eso es lo verdaderamente cruel. Las emisiones de gases no nos van a salir gratis, eso seguro. Gracias por pasarte, buen fin de semana y un abrazo.
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Tengo los circuitos echando chispas Jajaha . Los chacras desencajados.
Hace unos días en mi patio a 39 grados tomando el sol y el jueves, pedazo de nevada que nos cayó en Madrid Jahsha.
Besos
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Jajaja…pues ajusta bien los chacras antes de que se te desencajen totalmente y sobretodo guarda bien juntitos el bañador y el plumas, tal vez los uses de un día para otro 😳😉 un abrazo
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Besos amontonados Jajahaha
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En mi tierra las primaveras son así: siempre caóticas, hermosas, tardías, dispersas…
Y aún así, siempre las recibimos con los brazos abiertos. El invierno se hace demasiado largo.
Un abrazo, Carlos
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Si algo me gusta de la primavera es esa sensación de caos o dispersión como tu lo has definido con mucho acierto. Seguimos el ritmo de la naturaleza aunque a veces acelere de la manera más inesperada con altibajos arbitrarios, pero siempre con un mensaje para nosotr@s: cuidadme y yo os lo devolveré con creces. Debemos «escucharla» más. Un abrazo Xibeliuss.
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Señales? Serán señales?
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Nada es casual. Pudieran serlo. Un abrazo.
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Besos, Carlos! Buen comienzo de semana!
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Deberíamos reflejarnos en la naturaleza, pero nos creemos por encima de todo, hasta nos permitimos el lujo de cambiar el curso lógico de las estaciones, y así nos va, cada vez peor. No somos dioses, formamos parte del mundo, pero el mundo no es solo nuestro. Me encantó leerte Carlos, aprendo mucho de tus entradas. Besos a tu corazón y feliz lunes.
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Son muy ciertas tus palabras María del Mar, creo que de una manera u otra estamos modificando el ecosistema. Los gobiernos y grandes corporaciones atienden a otros intereses muy alejados y ello conlleva daños que pueden ser irreparables. Muchas gracias por tus palabras, es un placer que me leas con tanto interés. Un abrazo bien grande a tu alma.
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Muy bonito Carlos y para pensar. Un abrazo
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Esa es en parte mi intención. Aunque haya cosas anecdóticas como una nevada en marzo lo que tampoco es raro, lo importante es ir más allá y pensar si estamos actuando correctamente respetando los ritmos de la naturaleza. Yo tengo mis dudas. Un abrazo José Carlos.
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¡Qué grandes contrastes de temperatura les ha traído la primavera, Carlos! Como la primavera y el otoño son estaciones de transición, sucede que el señor Sol no traslada de una vez todo su equipaje. Entonces, según como ande su ánimo, va y vuelve a su antojo… Lo más probable es que esa nevada ocurrió justo cuando acá se produjo otra ola de calor. ¿Tendré que decir que estoy en un «Veratoño», o bien en un «Otovera»? Me quedo con el primero, pues el otoño está retrasando mostrar su característica paleta de colores. Solo notamos su presencia por las mañanas y tardes con menor temperatura y la disminución de las horas de luz cada día.
De lo que no hay duda es que las rarezas del tiempo están relacionadas con el cambio climático, y revertirlo, ¡qué difícil! Tarde hacemos conciencia de los daños ocasionados a nuestro planeta.
Como siempre, ¡muy bueno todo lo que escribes! Que tengas una buena semana.
¡Un abrazo, Carlos!
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Gracias Sara por tan extenso comentario, casi un post. Como cito en el texto, Ya lo dijo Aristóteles “La naturaleza no hace nada en vano” y han pasado siglos y debemos pensar de igual manera. La polución, los gases contaminantes, el efecto invernadero, el deshielo polar es solo una parte de hechos y consecuencias de las que en muchos casos el hombre es responsable. Sobretodo el calentamiento global está muy determinado por la mano humana. Amiga Sara disfruta de tu Veratoño porque las estaciones al final terminan mezclándose y todas sin excepción tienen como denominador común la belleza de sus colores, de sus atardeceres, de sus nubes, de su sol, de su nieve, porque la naturaleza es grandiosa. Un abrazo y feliz semana también para tí.
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Vaya, ustedes si que la tienen difícil con el clima. Por estos lares (Venezuela), sobre todo en Margarita, que es una isla, el cambio no se ha notado todavía. Todo el año es lleno de sol. Ya nos llegará la locura del cambio climático.
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Por estas latitudes, las estaciones están muy marcadas aunque a veces se mezclen entre ellas, como está pasando ahora con este «Primavierno». Sana envidia de ese sol permanente de tu tierra. Yo no he estado allí, pero mi hermano vivió unos años en Venezuela y conoce Isla Margarita de la que hablaba maravillas. Cuidemos la naturaleza y ella nos cuidará a nosotros. Un abrazo y siempre gracias por tus visitas.
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Si es que la primavera la sangre altera, incluso la sangre del invierno, que ya se había ido pero ha vuelto
Me ha gustado mucho esa imagen del invierno devolviéndole la visita a la primavera. ¡Genial!
Un saludo, Carlos.
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Que bueno, no se me había ocurrido aplicar ese refrán a la «sangre» invernal. Las estaciones a veces se cruzan y nos vuelven un poco locos. Me alegra que te haya gustado la foto. Un abrazo y hasta pronto.
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