Cerró los ojos y sopló las velas, con la certeza de que era su último cumpleaños allí.
Recibió agradecido los aplausos y el “cumpleaños feliz” y abrió con supuesta ilusión el regalo que sus colegas conseguidores habían introducido en la cárcel, tabaco de pipa y una petaca llena de ron.
Entre ellos, nadie conocía su secreto. Ensimismado se reafirmó en su decisión. Llevaba dos años preparando el momento.
La fuga sería esa misma noche. La noche de su cumpleaños.
Sería su verdadero regalo.
Me gustan mucho tus relatos cortos por la sorpresa final. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Carlos, a fin de cuentas la vida es una permanente sorpresa, así que los microrrelatos también aportan su granito… Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno!! El regalo, la escapada que nadie imaginaba… 😉
Quépoco valoramos la libertad cuando la tenemos!! Y algunos que la tienen, viven presos de sus propios temores… Ay, mira que me haces darle vueltas a las cosas con unas pocas líneas!!
Un abrazo, Carlos! 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es interesante leer entre líneas y ver más allá de la aparente obviedad del texto y tú eso lo captas siempre😉 Ciertamente podemos vivir presos de multitud de temores, miedos e indecisiones y desde nuestra cárcel sin barrotes. Siempre abiertos a una fuga… Un abrazo
Me gustaMe gusta
En pocas líneas, una completa novela. Mucho en poco. Muy bueno
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Antonio, eso es de lo mejor que se puede decir de un micro, porque ese es el objetivo, inicio, nudo y desenlace. A veces se consigue y otras no tanto. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En este, te has salido, sin duda.
Me gustaLe gusta a 1 persona
La ilusión del regalo y la esperanza de la libertad, el regalo que todos esperamos cada día, pues todos, en cierto modo, somos prisioneros de la vida.
Muy bueno,Carlos, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así es Estrella, otra forma de verlo, liberados de las prisiones cotidianas en busca de la ansiada libertad. Gracias y un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha gustado el regalo, la fuga y el final que nadie esperaba. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegro. Gracias por comentar. Creo que todos tenemos motivo de fuga en algún momento. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Una tarta . ummm… con lima? 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me da que el protagonista ya tenía todo planeado al milímetro. Tal vez en un futuro relato, veamos que suerte tuvo. Gracias por tus visitas. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Me ha fascinado, no puede existir mejor regalo que la libertad. Besos a tu alma.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Claro que sí María del Mar. No hay mejor regalo posible para huir de esa cárcel de barrotes o de otras cárceles emocionales que tantas veces nos condicionan. Un abrazo a tú alma.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Magnífico regalo salir de una cárcel emocional! Besazos, Carlos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Ana, hay muchos tipos de cárceles y no todas tienen barrotes de hierro ¿verdad?
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
La gran mayoría no tiene barrotes. Y son de las más difíciles de salir. En las otras, lo difícil casi casi que es entrar. Un besazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así es. Las cárceles emocionales carecen de barrotes pero pueden asemejarse en ocasiones a auténticas condenas. Y de las otras, bueno de las otras mejor no hablar😳 en este país. Otro besazo Ana 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Un final impredecible para un relato estupendo por donde se mire.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias amigo por tus generosas palabras. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pequeño gran relato. Lleno de fuerza y energía. Un abrazo Carlos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Forma parte del concurso de relatos en cadena. Es cierto que tiene mucha energía. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
esperemos a ver si lo logra después de tanto tiempo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me he permitido twittear esta entrada, amigo Carlos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Por supuesto Antonio. Gracias.
Me gustaLe gusta a 1 persona
:O ¿Y lo consiguió?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gusta dejar los micros con final abierto a los lectores.
Yo quiero pensar que sí lo consiguió. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona