Hace unos días fui al cementerio. No soy religioso pero si soy respetuoso. Frente a la tumba familiar hay un banco en el que mi padre se sentaba cuando íbamos juntos a recordar a mi madre. Hace un año que él se fue y en esta ocasión me senté yo, pensando y recordando.
Recuerdo que hace años las fotos familiares tenían como protagonistas a mis abuelos, mis padres, mis tíos, mis primos, mis hermanos y yo mismo. Es una mezcla de emociones extraña, comprobar como los protagonistas de esas fotos han ido dejándonos. Ley de vida, se suele decir.
He subido varios escalafones en las fotos, ya no están los abuelos, padres y apenas queda un tío, pero estamos los primos y los hermanos y los cónyuges y los hijos de todos ellos, y estoy yo y están mis hijos. Y ahora tenemos el rol de padres y de tíos, incluso de abuelo en el caso de mi hermano mayor.
Y pienso en mis hijos y se que en algún momento futuro, ellos también subirán en el escalafón de las fotografías familiares y que algún día espero que lejano, algunos desapareceremos de dichas fotografías.
De momento brindo con un buen vino por el recuerdo de todos ellos y digo eso de: «a vivir, que son dos días»
Sí, ley de vida lo llaman. Lo importante es guardar el recuerdo.
Saludos
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Así es, recordar y si es posible positivizar, quedándonos con lo mejor de cada uno. Un abrazo
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Sí, es ley de vida. Unos vienen y otros se van. Hay que disfrutar de las personas mientras están. Es triste pero no haynada que podamos hacer por evitarlo, solo gozar de cada momento porque seguramente es único. Un abrazo, Carlos 🙂
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Siempre ha sido así Lidia frente al paso de los años. Por eso cada momento es irrepetible. A fin de cuentas la tristeza por la ida de unos contrasta con la alegría por la llegada de otros. Un abrazo
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Se acortan los días y eso nos recuerda que debemos celebrar la memoria de aquellos que fueron importantes en nuestra vida. Un abrazo.
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Cierto y además se acercan unas fechas entrañables donde las ausencias pesan más. Un abrazo Carlos
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Y una sonrisa siempre, como ellos quisieran y como nosotros querremos, ojalá y dentro de mucho tiempo. Besos a tu alma.
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Que mejor recuerdo que con una sonrisa, yo creo que tristeza y alegría son primas y la una lleva hacia la otra con frecuencia. Abrazos a tu alma
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Leo tu blog pero no suelo comentar aunque hoy quiero hacer una excepción con este post. Yo también brindo. Besos.
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Me alegra verte por aquí y comparto contigo ese brindis por todos siempre recordando lo mejor y con una buena sonrisa. Besos
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Querido Carlos….y permíteme el querido porque es así en este segundo como lo siento. ¡Cómo te comprendo! Me sorprendió encontrar tu blog y esos paralelismos que me parecieron increibles…como hoy. Mamá y yo nos sentamos durante 7 años en un banco en la pradera donde está papá. Luego ella se fue hace 8 años y dejé de ir con regularidad. a veces me escapo y me siento en él y «les cuento». No olvides que ESTÁN JUNTOS y eso es buenoooo.
Siguen sobrinos, sobrinos nietos y hermanos y cuñados….la vida sigue. GRACIAS siempre por recordarmelo
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Celebro esas coincidencias o paralelismos que hacen que comprendas perfectamente lo que intento expresar. Cambian las caras pero la vida sigue adelante. Un abrazo
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El tiempo pasa en un suspiro, ayer fuimos niños y hoy somos padres, incluso abuelos. Éramos los de abajo del escalafón familiar y ahora lo encabezamos.
Las ausencias duelen por dentro, pero la vida nos enseña a sobrevivir. Como diría mi madre «qué mal está montado esto de la vida» cuando reflexiona que, aunque se encuentra bien, los años van cayendo encima como losas ya.
Un abrazo, un escrito muy tierno, me ha gustado mucho.
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Hola Estrella, que sabia tu madre y que frase más espontánea sobre el «montaje de la vida». El tiempo pasa volando y de vez en cuando es bueno echar el freno para reflexionar sobre nuestro camino pasado y futuro. Vivimos a mucha velocidad y es necesario ralentizar nuestra vida y disfrutar más de lo que nos rodea. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo y gracias por tus visitas.
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Pasa el tiempo y vamos ocupando los lugares que han ido dejando los demás, pero la vida continúa y nosotros tenemos que seguirla y intentar ser felices.
Un relato muy interesante.
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Asi tiene que ser, intentar positivizar lo que nos rodea aunque a veces nos pueda costar. Encantado de verte por el blog. Un saludo.
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