La otra tostada

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Consultaba su smartphone a todas horas, solo o acompañado, en sus momentos de ocio o de trabajo, con su familia, con sus amigos, con sus compañeros, donde podía y donde no debía, andando y conduciendo, cruzando una calle y circulando por una carretera, en el cine, en una boda, en un funeral, en comidas de trabajo y en cenas románticas, siempre, siempre, siempre, pendiente de mensajes y redes sociales, contando lo suyo y lo que no era suyo.

Tanta era su obsesión que no se dió cuenta de que una mañana desayunando, untó de margarina su smartphone, lo mojó en el café y se lo llevó a la boca. La rotura de dos dientes es su mejor recuerdo, que obviamente inmortalizó en un selfie para colgarlo en Instagram y en Facebook.

Autor: Montalleri

Ahorremos explicaciones, nunca emociones

42 opiniones en “La otra tostada”

    1. Digamos que podrían ser los efectos colaterales de la tecnología cuando esta se convierte casi en una droga. Frase que no es mía sino del creador de Black Mirror. Y tranquilo, que por suerte esta entrada no es autobiográfica. Un abrazo

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    1. jajaja la verdad es que imaginando la escena, resulta divertida, el tema es ¿esto podría ser real? ya sabes eso de que la realidad supera a la ficción. Viendo lo que vemos a diario, no estaría yo muy seguro de que esto fuese solo ficción. Un abrazo Marina

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      1. Seguro que has visto un video que circula por la web donde un hombre utiliza un iPad como tabla para cortar… lo friega… es total!! A veces somos realmente iimpertinentes con el uso de los dispositivos. Yo veo bastante real lo que has narrado como disparate…Ojalá frenemos antes de que nos cueste la dentadura ☺otro abrazo para ti

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      2. Conozco el video que mencionas, muy simpático a la par que ¿inquietante? Hay situaciones disparatadas que terminan por dejar de serlo. Coincidimos en nuestra opinión y tal vez alguien nos cuente alguna vez que conoce a no se quién, que le puso margarina al móvil….. jajaja… feliz domingo Marina

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    1. Ya te digo, al final es una pasta, aunque bien pensado podía haber sido incluso peor, porque podía haberse electrocutado….caramba eso podría ser el guión de un nuevo relato…. en fin, tengamos cuidado al desayunar mañana. Gracias Ana y un abrazo

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  8. Asisto con cierta tristeza al espectáculo callejeril de observar a múltiples ciudadanos caminando con el celular entre las manos, más ocupados en teclear que en circular con atención y lo que me parece pero, algunos caminan en grupo, cada uno atento al suyo o comen con el tenedor en una mano y el móvil delante de los ojos, ajenos todos a lo que la vida real les ofrece alrededor. Son lo tiempos que corren. Muchas gracias Carlos por adornar éste fenómeno con una sonrisa. Un abrazo.

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    1. Y además de triste es peligroso cuando se cruza la calle sin mirar. Lo peor como apuntas, ver una mesa con cuatro personas y cada una atenta a su móvil, a su bola ¿eso es comunicarse?. Me alegra haberte arrancado una sonrisa, siempre nos quedará el humor. Feliz domingo Carlos y un abrazo

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  9. Llegará el día en que un notario lea un testamento en el que el finado escribió que le entierren con su móvil para no perderse ninguna llamada o tal vez para ver por whatsap las fotos de su entierro… jeje.
    Es una pena, estamos rebasando el límite de lo normal para meternos de lleno en lo patológico…
    Un abrazo.

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    1. Hola Estrella, lo del móvil en el féretro para recibir los mensajes puede dar hasta para un post, genial tu propuesta. Tienes razón, para algunos esto ya es patológico y enfermizo, una adicción total. Feliz domingo y un abrazo

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  10. Pues me alegra que no sea autobiográfico y conserves los dientes… ja ja. Lástima. La gente confunde el móvil con una prolongación de la mano y le da la vida que no debiera tener. Un abrazo

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    1. ¿Acaso dudabas que pudiera ser autobiográfico? tengo mis dientes perfectos y en todo caso con un croissant a la plancha no me equivocaría nunca jajaja. Es curioso como algo eminentemente práctico y útil, pueda convertirse en un arma adictiva con lo que ello conlleva. Un abrazo y buen domingo ¡¡

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  11. Me preguntaba que mermelada le va mejor al movil ¿fresa o ciruela? Bromas aparte llevo muy mal a quienes priorizan su móvil por encima de todo, en una cena por ejemplo, me parece una falta de educación pero en un cine o un teatro debería ser casi delito usarlo. Excelente tu manera de cerrar el relato, critica y con humor. Un abrazo Carlos

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    1. A mi me gusta más la mermelada de limón es mi favorita. Coincido contigo en la cuestión educativa, pero ahí los padres también tenemos que opinar y enseñar con el ejemplo. Acepto tu propuesta de que sea «casi delito» que suene el móvil en el cine o teatro, tengo un par de anécdotas muy buenas sobre ese asunto, que a lo mejor en un futuro plasmo en un post. Gracias por tus visitas y un fuerte abrazo amigo

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    1. Tiempo al tiempo, en efecto. Coincidimos, lástima que de algo tan útil se haga un uso tan superficial. A veces no se disfruta de lo que se hace sino de que otros sepan que lo hacemos. Y eso será un problema tarde o temprano. Gracias y un abrazo

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